Ciendia Y La Conciencia De Cristo

KARL RAHNER

SOBRE LA CIENCIA Y CONCIENCIA DE CRISTO
La unión hipostática, debido a su elevada calidad ontológica, tiene que ser
necesariamente una realidad patente a sí misma. En esta transparencia le vienen dadas
a Cristo la conciencia de su Filiación divina y la visión de Dios. --las cuales, por tanto,
no pertenecen al área de los conocimientos objetivos sino al conocimiento existencialque tenemos de nosotros mismos--. Desde estas perspectivas se apunta quizás una pista
para uno de los problemas que mayor polvareda literaria han levantado en los últimos
años.
Dogmatische Erwägungen ubre Wissen und Selbstbewusstein Christi, Trierer
Theologische Zeitschrift, 71 (1962) 65-83
INTRODUCCIÓN
El problema
La tradición teológica habla de la ciencia de Cristo como de una cie nciaque abarca y
penetra todas las realidades contingentes (pasadas, presentes y futuras) en la medida en
que tienen relación con su misión salvadora.
La misma tradición habla también de la visión inmediata de Dios, que Jesucristo poseyó
desde el primer instante de su ser. Una visión semejante a la visión beatífica que
experimentan los bienaventurados.
Estas expresiones suenan a primera vistacomo algo casi mitológico. Parecen estar en
contradicción con la auténtica humanidad e historicidad del Señor. Parecen contradecir
el testimonio de la Escritura (Lc 2, 52) que reconoce un auténtico desarrollo .y
crecimiento en la conciencia de Jesús. ¿En qué quedan los pasajes de Mt 24, 36 y Mc
13, 32, donde el Señor confiesa no saber decisiones concretas de carácter soteriológico?
Y puesto quela lectura inmediata y las investigaciones modernas nos dan la figura de
un Señor modelado (como cada hombre) por la espiritualidad y la religiosidad de su
tiempo y por la irrepetible combinación de influjos ambientales, ¿cómo armonizar tal
figura con las afirmaciones de la mencionada tradición?
La dogmática escolar habitual intenta conciliar las expresiones de la Escritura y las del
Dogma,recurriendo a unas distinciones entre ciencia infusa y ciencia adquirida (no
negada por la anterior) y entre ciencia comunicable y no comunicable; y apelando a una
condescendencia del Señor que se acomoda a su mundo ambiental. Estas soluciones
suenan un poco a artificiosas e improbables, y uno no sabe si la reconciliación entre las
expresiones históricas y las dogmáticas es algo más que verbal.Esta es una cuestión debatida entre dogmáticos y exegetas. Debate que, a veces, queda
en la evasión de una de ambas partes. De esta manera -se piensa- las diferencias no
adquieren publicidad, y se resuelve n en una fórmula que evita la contradicción formal
entre ambas vertientes.
La literatura reciente sobre el tema muestra una sincera voluntad de entendimiento y de
realismo objetivo en lassoluciones aportadas. As!, por ejemplo, el libro de Gutwenger1 ,
las últimas sesiones dogmáticas de Eveux, la discusión en torno al yo de Cristo en una

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Cristología más puramente calcedónica o en una teología del assumptus homo
(baslismo).

Advertencias sobre nuestro trabajo
Nuestro trabajo es dogmático; no exegético. Nuestra finalidad es ofrecer al exegeta una
concepcióndel problema de la ciencia y de la conciencia de Cristo, que armonice más
fácilmente con el dato histórico. No se pida aquí más que eso.
Y, por su parte, el exegeta no exige que la concepción dogmática sea tal que pueda ser
obtenida inmediatamente a través de su método histórico, o a través de una teología
bíblica que se apoye directamente en el texto.
Es cierto que, en último término, lasexpresiones dogmáticas se apoyan en la Escritura
(pues lo que llamamos unión hipostática del Logos con la naturaleza humana se funda
en las expresiones de Jesús y, por tanto, tiene una base neotestamentaria; y la doctrina
de la unión hipostática es el fundamento de la concepción dogmática acerca de la
ciencia y conciencia de Jesús). Pero quede claro también que estas concepciones
dogmáticas ya...