cienecias
El problema es que México se introdujo en la sociedad de información o posindustrial sin haber definido un proyecto de desarrollo para el sector, pués hasta 1995, porprimera vez, el Congreso de la Unión aprobo una Ley Federal de Telecomunicaciones, siendo que Estados Unidos cuenta con una desde 1934. Aunque la Ley de Vías Generales de Comunicación de 1940 y elReglamento de Telecomunicaciones de 1990, norman su operación, las lagunas han sido una constante ademas de que han surgidos nuevas realidades fuera de reglamentación y que son precisamente losaspectos cruciales de la actualidad de las telecomunicaciones.
Contra lo recomendable, la reestructuración de las telecomunicaciones mexicanas ha empezado por los hechos, es decir, el gobiernohace una serie de compromisos con los agentes económicos y posteriormente se emiten leyes ad hoc, utilizando al derecho como instrumento de legitimación de hechos cuasi-consumados y no como realmarco normativo para proyectar el desarrollo. Esto no puede continuar así.
Desde principios de 1990 cuando se lanzó la convocatoria para la reprivatización de Teléfonos de México, se vive unareestructuración de las telecomunicaciones que ha ido a una velocidad inusitada, ubicándonos ya en un mercado que ni los propios países desarrollados pueden regular con eficacia, ni siquiera apoyándoseen grupos de expertos, instituciones, antecedentes de trabajo regulatorio, existencia de agencias especiales y enorme control público sobre los servicios del sector.
Es preocupante que en México,las telecomunicaciones hayan sido hasta la fecha asunto de unos cuantos técnicos de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, de gerentes y abogados de Telmex y algunas transnacionales.
Regístrate para leer el documento completo.