Ciensias Sosiales
El 24 de marzo de 1980 se reproducía en imagen fija a unas monjas rodeando un cuerpo caído ante un altar. Y una noticia: el arzobispo de El Salvador, ÓscarArnulfo Romero, había sido asesinado mientras oficiaba misa en la capilla del Hospital de La Divina Providencia donde habitaba. Asesinos a sueldo habían hecho aquel trabajo. Los días que siguieron aaquel domingo de marzo de 1980 debieron precipitarnos hacia un gran estremecimiento el funeral del 30 de marzo se convirtió en otra tragedia en la que cuarenta muertos y más de doscientos heridoshabían sido provocados por las fuerzas de seguridad salvadoreñas y algunos francotiradores. La plaza de la Catedral de El Salvador había sido el escenario de aquella nueva tragedia.En estas fechas, cambiósu predicación y pasó a defender los derechos de los desprotegidos.
Monseñor Romero denunció en sus homilías los atropellos contra los derechos de los campesinos, de los obreros, de sus sacerdotes, yde todas las personas que recurrieran a él, en el contexto de violencia y represión militar que vivía el país. En sus homilías posteriores a la muerte de Rutilio Grande, recurrió sin temor a los...
Regístrate para leer el documento completo.