Cinco conferencias
El punto de partida de este trabajo será revisar el estatuto que la identificación cobra en su articulación con la melancolía; siendo -en esta ocasión- la letra freudiana, la referencia directa de la que me serviré.
La identificaciónEs innegable que en la obra freudiana se pueden encontrar múltiples caracterizaciones del concepto; en algunos casos las diferenciaciones son nítidas, otras veces en cambio los límites conceptuales se difuminan. La creación de este concepto no fue ajena a la problemática que la clínica le presentó a Freud; en los orígenes, la identificación hace su entrada al intentar explicar el mecanismo psíquicopresente en el síntoma agorafóbico. Allí afirma que dicho síntoma responde a un modo de identificación con las prostitutas, en el que subyace el deseo inconsciente de ser “una mujer pública”, Freud concluye que el temor a salir la calle se erige como una prevención contra esta representación intolerable para el Yo. En La Interpretación de los sueños vuelve a servirse de este concepto para señalarla función condensadora y encubridora de la identificación, presente tanto en los síntomas como en las producciones oníricas. La identificación posibilita que una representación asuma para sí el relevo de varias cadenas asociativas, a partir de una comunidad de deseo que permanece velada. Esta articulación evidencia la estrecha relación entre los caminos que sigue el deseo inconsciente para sucumplimiento y la identificación. Sin embargo, la definición que Freud nos da en sus inicios[2], cada vez más, le resulta insuficiente al punto de quedar restringida a un tipo particular: la identificación histérica. Esta última, presente en muchos síntomas, remite a la historia particular de aquel que los padece, argumento inconsciente que sólo podrá leerse a partir de las asociaciones delpaciente[3].
Entre los años 1910 y 1915 la identificación pasará a ser un operador conceptual presente en diferentes cuestiones: el totemismo, el origen de la cultura, la inscripción de un sujeto en un linaje, el desarrollo libidinal y la vida infantil; como así también se comienzan a diferenciar modalidades de la misma, tal es el planteo que encontramos en “Duelo y Melancolía” donde distingue lasidentificaciones que acompañan las cargas de objeto y aquellas que resultan de transformaciones regresivas de la investidura objetal; es decir, las identificaciones histéricas y las identificaciones narcisistas de la melancolía, respectivamente. Podríamos plantear, que en este período, el concepto de identificación encierra la preocupación freudiana acerca de los orígenes no sólo del sujeto –en lo quehace al desarrollo individual-, sino también de la humanidad –herencia filogenética-. El primer eje encuentra su punto de apoyo en Introducción al Narcisismo y el segundo, profundiza las reflexiones introducidas en Tótem y tabú.
Años más tarde en su texto Psicología de las masas y análisis del yo Freud procede a un reordenamiento de las múltiples identificaciones que infiere de su clínica; sinembargo -aún siendo éste el texto donde se encuentra la exposición más lograda en torno al tema- no ha operado una unificación del concepto. La identificación seguirá siendo una especie de calidoscopio a partir del cual se recortan diferentes entidades; un mismo término designará procesos de estatutos diferentes: a) mecanismo intrapsíquico actuante en las formaciones del inconsciente, b)...
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