Cinddy

SÍSIFO: EL ETERNO RETORNO
José Francisco Ortiz
EXORDIO
El vacío es extravagancia del espíritu y, sin embargo, sólo por la percepción que tenemos de él comprendemos la dimensión de nuestra existencia. Las palabras emergen de un recipiente abandonado. Volvemos a la noción de la imagen. La primitiva. Sólo gestos. Y un sonido metálico, oblicuo, se desliza abrasivamente por la corriente humanahacia un futuro iluminado circunstancialmente.
Algunas veces a lo largo de las noches cuando el sueño parte hacia zonas inexploradas, me he preguntado si no se trata más bien de aquella metáfora china del sabio que, quedándose dormido a la orilla de un río, soñó que era una mariposa y al despertar no sabía si era una mariposa que estaba soñando ser un sabio.
La imagen se nos escapa. Nuestrocódigo de referencias de la realidad no puede conectar relaciones más profundas. La metáfora señala dos puntos extremos autosuficientes. Sin embargo, entre esos dos puntos está el eterno fluir de la vida tan cara a los griegos, y la evidencia de la crisálida del mundo oriental que este segmento de esa línea se nos hace inútil.
Sugerir un encuentro entre esas formas del pensamiento confiaría en elestado ideal que imaginaron los presocráticos en Occidente y Confucio y Lao Tse en Oriente. Lo demás ha sido una carrera violenta hacia el olvido. Por eso siento menos aprehensión hacia nuestro tiempo. Veo (quizás sea ésta la más amarga consecuencia de una época caracterizada por la fragmentación de la imagen) cómo la noción de la vida ha perdido su más legítima urdimbre, el tejido del ser.
Elperiodismo es una posibilidad de contrastar las vicisitudes del mundo moderno, en él se asienta el sentimiento evasivo y trágico de la época pero, y al mismo tiempo, muestra la permeabilidad histórica y adherente de los hombres.
El periodismo de nuestros días avanza envuelto en el pragmatismo de la época hacia una sociedad desarticulada por las fuerzas económicas. Me temo que su movimiento puedaapreciarse de una manera errátil en la marea humana del cosmopolitismo, derivando tantas ilusiones como ópticas del mundo pueda abrigar la mente humana.
Mas no podrá negársele ese sentido de autenticidad por el cual la historia dejó de ser tradición oral para forjar el mundo clásico. Así el periodismo es esencia y acción del alma colectiva. La tradición oral tanto en las sociedades primitivas comoen las tribales es cohesión mítica. En periodismo, en cambio, es cohesión histórica.
Así, sin que una proposición de los hechos pueda derivar en negación de la realidad, Homero, el invidente de las claridades y de la epopeya de occidente, se constituye en el primer periodista porque lo mítico trasvasa sus peculiaridades al campo de la historia sin que ésta sufra se desgaste.
En esteparticular, los griegos continúan asumiendo la paternidad de los sentidos. Nosotros somos apenas un círculo en el fondo de ese pozo de sabiduría y de duda. Tendemos las manos y el mundo está allí formándose guijarro tras guijarro en nuestros ojos. Esa reintegración es una mera ilusión de los sentidos porque nosotros, semejantes y propiciatorios, hemos invertido la línea progresiva de la cultura y ya nadanos es propio ni el legado de la esperanza, tan cara a los antiguos.
EL DESPERTAR DE LA PALABRA.
Un hombre entre los griegos -un dios- fue condenado por sus pares (es decir, otros hombres dioses) a llevar una roca sobre sus espaldas. Ascender la montaña hasta la cima. La condena era irremisible e infinita. Nunca debería alcanzar la codiciada meta porque por un acto mágico o trágico desconocemoslos designios de los dioses la piedra se resbalaba de sus hombros. El resto ya lo conocemos. O creemos conocerlo porque, ciertamente, aquel trozo de mineral era de mármol y bien pudo haber ocurrido que la piel cediera a la inmortalidad.
Yo sólo pienso en Sísifo y siento sus blandos pasos, lentos y morosos sobre los escarpados riscos; sus ojos llenos de apremio en la ventaja del espacio...