CINE MODERNO
Si bien los textos de Adrian Martin están escritos en prosa, hay un atisbo en ellos de las aspiraciones de Baudelaire. Sus miradas al cine no son sólo miradas analíticas y textuales a un cierto estado del cine, sus puentes, sus inspiraciones. Tiene también la lúcidacinefilia que permite destellos de poesía de ahí donde surgen sus máximas. Incluso si leemos con detención, nos encontramos con que lo poético o lo lírico son figuras que reaparecen constantemente en sus textos. Como si la cinefilia de Martin fuese una búsqueda por la poesía, aquella que emerge de un baile - un instante inefable que permanece congelado en el cuerpo de Anna Karinna- hasta la que se intuye,la virtual, la suspendida en la elipsis de un filme de Pedro Costa.
“Qué es el cine moderno?”, se divide en tres áreas; la primera “Historia” reúne ensayos más generales que tienen el valor de situar al lector en los arenosos terrenos que vienen. Son ejes de lectura, en torno al concepto de autoría, o sobre la pregunta que señala el título. En el capítulo homónimo al libro, Martin va revisandoqué es lo que distingue el cine moderno del clásico. Valiéndose de Barthes a Antonioni, y de este a Godard -los dos últimos como realizadores paradigmáticos del cine moderno- va descamando una tendencia que enfrenta lo moderno a lo clásico y lo replantea en tanto búsquedas estéticas, formales; ‘superación de un viejo problema / formulación de una vieja pregunta’.
Lo moderno entonces, como uncine que se alza en el momento en que caen las certezas. Lo moderno como posibilidad, lo que cuestiona, lo que revisa y re plantea. Lo que permite establecer tensiones en un espacio abstracto y ambiguo: en palabras del Martin: entre “aquello que se torna veloz en la modernidad de la urbe contemporánea y un deseo regionalista de detenerse, observar y registrar”. En ese núcleo problemático instala lamodernidad, ahí aparecen los prolongados planos secuencias que conectan lo moderno con lo contemporáneo (a Antonioni con Tsai Ming Liang) desplazándose del cine hegemónico en clave comercial y remitiéndose a ciertas cinematografías periféricas, asiáticas, europeas, y un cine norteamericano de formato más indie (Casavettes, Claire Denis).
Un segundo segmento contempla ensayos sobre loscineastas propiamente modernos. Directores que, alrededor de la segunda guerra mundial proponen un cine que se aleja de las formas tradicionales de narración, donde en vez de hacer transparente el dispositivo cinematográfico lo hace evidente, poniendo en constancia sus texturas, sus ruidos, sus huellas. Un cine que pasa de lo psicológico a lo plástico -según un diálogo epistolar entre Godard y Antonioni-diálogo citado en las primeras páginas del libro.
En este segmento revisa a Bresson desde tres de sus películas más importantes: Pickpocket (1959), El proceso de Juana de Arco (1962) y El dinero (1983), para situar desde ellas, tres líneas de lectura: lo material, lo espiritual y lo nefasto.
Sobre Godard (en el capítulo: “Llegar tan lejos por la belleza: El Lirismo de Godard”) hace unasuerte de barrido a través de su filmografía, que comienza con los filmes de su primera época, revisando a aquellos cineastas que lo iluminan -Renoir, el mismo Bresson-; hasta su obra contemporánea y su poética del reciclaje y re-contextualización de elementos tanto cinematográficos como históricos del siglo XX, describiendo sus Historias del cine como declaraciones llena de esperanzas y asombros,...
Regístrate para leer el documento completo.