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Al volvernos más conscientes de la importancia de preservar el medio ambiente, nos damos cuenta de cómo ciertas acciones actúan en detrimento del mismo. Sabemos de loimperativo que es cuidar elagua, reducir nuestro consumo de energía hasta reciclar. Estamos conscientes de que al salir de casa y transportarnos a nuestras actividadesdiarias, estamos dejando una gran huella negativa en el medioambiente.
Nuestro hogar y nuestros lugares de trabajo son una gran fábrica de emisiones contaminantes.Usamos enormes cantidades de agua que se consumen y se van al desagüe, energía para encendertelevisiones, computadoras, lavadoras, máquinas y otros electrodomésticos,producimos varias bolsas de basura cada día. Es más, la propia construcción del edificio o casa tuvo un impacto negativo en lacomunidad donde vivimos.
Es por lo anterior queexiste una nueva opción para cuidar del medio ambiente y al mismo tiempo, disfrutar de las comodidades de un hogar y seguir con nuestros empleosactuales. Esta opciónson las casas y edificios ecológicos. Una forma de definir una casa ecológica ideal es que actúan como un ecosistema en sí mismas, producen recolectan y almacenan losrecursos que seusan (agua, luz, comida y materiales). En contraste, una casa u oficina utiliza los recursos hasta degradarlos por completo y arroja los residuos al medioambiente, contaminándolo.
La diferencia entrelos edificios convencionales y los ecológicos, se puede decir que en la primera, el flujo de recursos es unidireccional y enlas casas ecológicas es circular. Esto es la clave hacia un desarrollosustentable. Los ecosistemas hacen uso de la ley de las tres “R”: reciclar, reutilizar y reducción.