cineastas contra magnates, un ensayo
En la película propuesta se trata uno de los dilemas más persistentes a lo largo de la
historia de cine: el conflicto entre los cineastas, creadores de laspelículas, y las
distribuidoras y productoras, empresas del sector que han adquirido este material
convirtiéndose así en sus propietarios.
De esta forma, se muestran numerosos ejemplos que ilustran lasbarbaridades que los
nuevos dueños del material fílmico han hecho con él en función de intereses puramente
económicos y comerciales: cambiar el formato de las películas, recortando o ensanchando
laimagen; mantener el cine mudo cuando el sonoro, ya existente, aún no era popular; o
reducir la duración de la película, intercalar anuncios publicitarios, etc. De esta forma las
empresas alterancompletamente la obra y su originalidad, fruto de la expresión artística
del director, quien a través de duro trabajo logró volcar sobre ella toda su experiencia, sus
gustos, sus ideas, sus sueños.
A esterespecto, considero importante establecer la diferencia entre las palabras “autoría”
y “propiedad”. Mientras que la propiedad de una obra es transferible, su autoría no lo es.
Aquel que elabora unapieza de arte se convierte en su autor legítimo, y es el único que
puede considerar o decidir sobre la modificación de su producto. Es un derecho
intransferible que debería estar ampliamentereconocido en la ley, evitando así que los
magnates del sector se apropiasen de él. El autor vende su trabajo para que éste pueda
llegar a la sociedad, transmitiéndole una serie de ideas, valores,emociones, etc., pero no
para que las empresas encargadas de producirlo y distribuirlo hagan cualquier otro tipo de
alteración sobre el producto antes de venderlo, buscando beneficiarse económicamente.Porque no nos engañemos: todo esto no busca complacer al consumidor, sino el
enriquecimiento propio de la empresa. Si se tratase del consumidor, se le dejaría disfrutar
plenamente el cine, dándole...
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