Cinturón de seguridad
La gravísima realidad padecida por nuestro país en materia de accidentes viales, producto de la frecuente inobservancia de las reglamentacionesde tránsito y del mal comportamiento de muchos conductores, es tan conocida aquí que exime de su descripción puntualizada. Esta circunstancia subraya lo positivo de la reciente determinación delgobierno porteño de promover el empleo del cinturón de seguridad en los automóviles y, en el término de un mes, comenzar a cobrarles multas de entre 50 a 500 pesos a quienes no cumplan con esa razonableobligación.
Se estima que a alrededor del 20 por ciento de la mortalidad en accidentes de tránsito se provoca por la utilización de este imprescindible elemento. Existen inobjetables estadísticasque establecen claramente que el cinturón de seguridad disminuye entre el 50 y el 80 por ciento de las muertes o las heridas graves; sin embargo, los porteños se resisten a acatar lo dispuesto en laley, y que estableció la obligatoriedad de su uso y las sanciones por desacatarlas.
Cuando aquella norma entró en vigencia, los automovilistas se apresuraron a instalar los cinturones de seguridaden todos los asientos de los vehículos. Y muchos de ellos se dedicaron a elaborar fútiles e inmaduras explicaciones acerca de por qué los consideraban inútiles y molestos.
Esos prejuicios contaronen su favor con cierta tolerancia de la autoridad de fiscalización, la Policía Federal. En el 2002, hubo sólo 4.821 controles y fueron verificadas 511 infracciones, mientras que hasta fines de julioúltimo se llevaban realizados 3.175 controles y habían sido verificadas apenas 204 infracciones. Es notorio que un considerable porcentaje de los conductores y sus acompañantes – en especial, quienesviajan en los asientos posteriores y los niños – no se colocan el cinturón de seguridad.
¿Qué es más importante, la comodidad o el evitar riesgos potenciales gravísimos? La respuesta es obvia....
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