circe
Mireca Eliade en suMito y realidad, dice que el mito posee una doble función : ligado al rito, es un relato etiológico que reactiva el enlace del tiempo histórico al tiempo primordial y a la narración paradigmática de los orígenes : es su función de instauración de una verdad etimológica ; ligado a la estructura del aparato psíquico, a la construcción de la representación para el individuo, pone en escena unaproliferación de formas sobrenaturales donde se asegura la cohesión fanstamática, y a parece, según el autor rumano, como la « historia de actos de Seres Sobrenaturales ». Así, el mito, como el fantasma, tiene como función representar no solamente un contenido de una escena sino la manera en que ésta misma está producida.
Lo simbólico mítico en Cortázar se articula de una parte en la relación de lolúdico y lo sagrado, sobre referencias a mitologías griegas y precartesianos –« Circe », 3Las ménades », « El ídolo de las cíclades », « Axolotl »- y de otra parte, sobre las implicaciones psicológicas ; los fantasmas neuróticos y su proceso de condensación, de desplanamiento, de figuración simbólica de los objetos de la libido.
A este jemplo, y a lo largo de toda su obra, Cortázar constuye un espacioen el que las propiedades son otras que las del espacio lingüístico ; es un espacio cargado de figuras.
Las figuras, como tema, juegan un papel importante en la literatura de Cortázar. En una intrevista mantenida con Luis Harss, Cortázar aporta las siguientes aclaraciones al respecto, en alusión a su novela Los premios :
« Es la noción de lo que yo llamo las figuras. Es como el sentimiento –quemuchos tenemos, sin duda, pero que yo sufro de una manera muy tensa- de que aparte de nuestros destinos individuales somos parte de figuras que desconocemos. Pienso que todos nosotros componemos figuras. Por ejemplo, en este momento podemos estar formando parte de una estructura que se continúa quizás a doscientos metros de aquí, donde a lo mejor hay otras tantas personas que no nos conocen comonosotros no las conocemos. Siento continuamente la posibilidad de ligazones, de circuitos que se cierran y que nos interrelacionan al margen de toda explicación racional y de toda relación humana ».
Sabemos que Freud ha relacionado la primacía de la figura con la constitución del deseo. La imagen alucinadora en el que éste se realiza procede de un estado de angustia ; estado de sobrecargaenergética que no encuentra salida en la realidad y reactiva por regresión los rasgos de satisfaciión pasada. La alucinación onírica o no, constituye el hecho primitivo del arte : presentación de una realidad distinta a aquella de la percepción. Esta realidad , que Freud llama psíquica, depende del principio del placer. Pero la figura en donde se realiza el deseo no es solamente la imagen alucinadora, esmás bien expresión de una potencia más primitiva : el fanstamma originario (figura de lo inconsciente).
Ahora podemos darnos cuenta en qué sentido pudo afirmar Freud que el arte debe situarse por referencia al fanstama. Como tal, el artista se presenta como un hombre que evita la realidad porque no puede familiarizarse con la renuncia a la satisfaciión de las pulsiones que la realidad exige...
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