citas
“Con deseos de ayudar, Nora comentó que tal vez Dios ponía a prueba la realidad de su paciencia en este camino de peregrinación. No sería raro, agregó sonriente, queles tuviera reservad para el viaje de bodas un milagro ahí en Roma que sólo los dos descifrarían. Augusto levantó los ojos, repentinamente aguados, y observó a Nora. Se inclinó el brazo y lepasó la mano por la mejilla. La sostuvo un par de segundos a la altura de la boca y le rozó los labios.
-A veces te cuesta trabajo entender, ¿verdad?” (Paredes 173)
“Con la efusión crecienteque guiaba sus servicios dominicales, le habló a Nora sobre el sentido verdadero del encarcelamiento sufrido por el apóstol en la misma ciudad donde ahora se encontraban, sobre el significadode la ceguera de corazón que llevaba sin remedio a la impureza Estaban sentados al borde de la cama y Nora pensó que ese sería el preámbulo a su primer enlace real, pero Augusto dejó de hablarde un momento a otro, se puso de pie y caminó hasta la ventana, donde se asomó hacia afuera.” (175)
“Sus besos eran escasos y Nora dudaba de que le fuera a confesar que la había escogido aella sólo para compartir la vida en la congregación, sino también porque era un criatura hecha de una sustancia preciosa que le despertaba deseo.” (176)
La primera noche, después del vuelo deBogotá a Madrid, al terminar las oraciones y ya metidos en la cama, Augusto ensayó un silencioso roce corporal, un avance disimulado que interrumpió a los pocos segundos como su descubriera unengaño. (176)
Entonces, como un fogonazo que saturara el aire del cuarto, reconoció el insólito avance físico de Augusto la misma vehemencia solitaria de sus descargas místicas en la tarimade la congregación, y de inmediato comprendió que ese frenesí, abriéndose paso a ciegas y con una violencia en aumento, no era deseo por ella sino una odiosa y abusiva emboscada. (178)
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