Citas

Selecciones/ Citas Mi Diálogo Interior
—No advertí que usted preguntaba por la escena del cuadro —dijo temblorosamente.
Sin darme cuenta, la agarré de unbrazo.
—¿Entonces la recuerda?
Se quedó un momento sin hablar, mirando al suelo. Luego dijo con lentitud:
—La recuerdo constantemente. Se me hace algo raro quelo digiera contentamente. Como si le diera felicidad volverlo a ver. Supongo que a él le atrajo ella porque fue la única que nota la ventana. El la puso ahí alpropósito para ver quién la notaria. Casi como si fuera una prueba.
—Yo no soy nadie. Usted es un gran artista. No veo para qué me puede necesitar.
Le gritébrutalmente:
—¡Le digo que la necesito! ¿Me entiende? Siempre mirando el árbol, musitó:
—¿Para qué? Como que ya se canso de tener relaciones sin sentido. Quieretener a alguien más en su vida. Alguien que él pueda amar. Alguien que le de inspiración para su arte. Tal vez le vendría útil ya que su arte parece ser muydeprimente.
raída de tal modo que no podía hablar distintamente. Ella me dijo:
—Vuelvo mañana a Buenos Aires. Te hablaré apenas llegue.
Al otro día, a la tarde,me habló desde su casa.
—Te quiero ver en seguida —dije.
—Sí, nos veremos hoy mismo —respondió.
—Te espero en la plaza San Martín —le dije. María parecióvacilar. Luego respondió:
—Preferiría en la Recoleta. Estaré a las ocho. Va a volver a verla. A este punto ya esta actuando como un acosador. Le llama demasiado yse le apego mucho. Apegarse a alguien nunca es bueno. Empiezas actuar como si fuera tu propiedad y como que si tuvieras que saber cada aspecto de su vida.