Ciudad de fondo, sin figuras

CIUDAD DE FONDO, SIN FIGURAS
Vivimos en una ciudad de arena, formada por millones de partículas tan distintas entre sí como sus procedencias, pero condenados a la monotonía y homogeneidad del día a día. Ni la fuerte brisa de la tarde es capaz de alzarnos del suelo por más de unos instantes, antes de volver a formar parte de esa sinuosa infinitud, sin hitos ni leyendas, donde las pequeñas crestasque una vez captaron nuestra atención, ahora se confunden entre los recuerdos; donde el redibujar constante de las ondas sobre el suelo ya pasa desapercibido; cada grano de nosotros solo sueña con llegar a la playa, y sentirse revolcar por la energía del mar.
Así se conforman las tres condiciones principales que nos hacen vivir sin darnos cuenta, la rutina que emprendemos cada día, la ciudad tanagitada que ha adquirido un color homogéneo, y el añorar constante de estar en otro lugar.

La cotidianidad del evento
Día a día somos las víctimas del marchar apresurado, del ciclo periódico de cambios que amenazan nuestra capacidad de atención. Cuando un hecho nos muestra la cara por primera vez, es un acontecimiento, es figura; de ahí en adelante se convierte en rutina, es fondo.
Cadamañana te levantas, entre suaves sabanas y tibios ropajes, tus pies se apoyan sobre el duro piso y los sonidos de la ciudad forman un concierto donde compiten cantos y ruidos, abres el grifo para desatar una cascada de agua fresca, digna de manantial, que rompe sobre tu rostro y te ayuda a despertar. Huele a café, es de los mejores del mundo y viene acompañado de un cariño familiar. Las llaves estánfrías, y sus relieves se pierden entre tus manos toscas, al apretar se escucha un chasquido y ya no estás en tu hogar. Tus pasos veloces producen sonidos diversos al recorrer múltiples lugares, antes de llegar a donde ejerces tu oficio, un sitio que te es aún más común que tu casa, y bastante más aburrido. Tantos rostros a los que saludas indiferentemente, antes de reiniciar las labores, que son lasde hoy, iguales a las de ayer. A menos que tengas suerte y puedas hacerte de una pobre comida chatarra, sintética y sobrevalorada, te alimentas de ese mismo sazón al que te has vuelto insensible. Y luego de añorar este momento que ahora estás viviendo, has vuelto a la calle a desarrollar tu experticia de hacerte ciego y sordo de lo que te rodea.
¿Pero en qué has estado pensando hasta ahora?¿acaso notas que sigues vivo?
Innumerables acciones durante el día, todas en tan poco tiempo, pero de casi ninguna te has hecho consiente. La primera vez que probaste el café, supo ajeno y amargo, ¿y ahora? ¿cuántas tazas de café has bebido sin si quiera darte cuenta? ¿Aún escuchas el ruido de tu caminar sobre la acera? ¿o el rozar de millones de hojas en los árboles frondosos? Además ¿por qué tienesque enfocar con dificultad la mirada sobre las llaves, si al tacto resultan tan diferentes?
Debes detenerte y pensar sobre lo que está sucediendo, hacer un esfuerzo por escuchar todos los sonidos de la ciudad, por ver todos los colores que la conforman, pero, no debería ser así, somos las víctimas de la cotidianidad, somos seres de sentidos mutilados por lo habitual.

La ciudad homogénea
Laciudad es como un cielo gris, con miles de tonos, donde no somos capaces de reconocer ninguno. Es el centro de actividad por excelencia para el hombre, es un lugar de ritmos acelerados y una exponencial variedad de hechos, ese cielo gris, que cambia a cada instante, sobre el que no tenemos ni la atención ni la memoria para pintarlo en un papel.
Desde tu ventana eres capaz de ver como la expansiónde ranchos devora las montañas, más gente con casa y sin hogar; una par de accidentes más, algunas salpicaduras de sangre se secan sobre el asfalto; tal vez algún árbol que cae, o uno nuevo que crece. Y en la ventana virtual, ¿qué reseñan las noticias? Un nuevo record de fallecidos, unos pocos asaltos, y el tope de la inflación ¿algo te sobresalta? Amenazas de tormenta, guerras aquí y allá,...