Ciudadania

El hombre: Telón de fondo de la nacionalidad

Vivimos en una era singular, en la que el progreso de la ciencias va viento en popa, las condiciones de vida de algunos muestran una tendencia favorable y las maravillas tecnológicas han permitido acortar las brechas que nos unen con el resto del globo; todo ello aparenta conducirnos irremediablemente hacia una suerte de progreso moral en lahumanidad. Paradójicamente ha sido también la era de los abusos de la ciencia, de la macabra desigualdad económica, política y social y en la cual la técnica, en un principio pensada como beneficio del hombre, se ha vuelto en su contra en innumerables ocasiones. Basta con tener en cuenta que estamos a menos de 100 años de las guerras más encarnizadas que el mundo ha vislumbrado. En el planoespecíficamente humano, entendido de modo amplio, la paradoja está aun más presente. Somos hijos de la modernidad, huele a progreso, se ve a la humanidad como un organismo que avanza continuamente hacia lo mejor gracias al uso de la razón, cuyos defectos y virtudes se han demostrado ya. Continuamos con una esperanza de progreso que surgió en el Siglo de las Luces. La ilustración y el nihilismo parecen irde la mano hoy en día, donde buscamos progresar pero perdemos de vista los valores supremos y se desvalorizan sin atención, y así presentan como errático el rumbo del hombre del siglo XXI. Para aumentar la tensión la modernidad ha dado lugar a otro género de amenazas, me refiero a los antes inexistentes cambios climáticos (calentamiento global), escases de agua y combustibles fósiles. Era de laindustrialización y de la desnutrición, del refinamiento médico y del aborto, de los rascacielos y los ríos de basura, la Modernidad, se me aparece como el científico temeroso de que su creación, ya fuera de control, lo devore.
Menciono todo esto, con la finalidad de considerar que el análisis de los objetivos y las formas de organización social exigen ser realizados con mayor cuidado si es quepretendemos, como mexicanos, y como hombres, hacer frente a los problemas de nuestra era o, dicho más radicalmente; sobrevivir a ella. Por supuesto el presente discurso, no pretende ser una revisión teórica de los puntos principales de la confección de un estado civil, ni una toma de partido respecto a los ideales humanos. Mi objetivo es mucho más modesto, pretendo recordar que para sortear lasdificultades que nos acechan como especie, debemos tener presentes las obligaciones que nuestra condición parece traer consigo. Con ello me refiero a las implicaciones implícitas en el hecho de pertenecer activamente a una sociedad (la ciudadanía) y finalmente a la dimensión personal que posibilita dicha adhesión (la humanidad).

Y es que considero que la condición de posibilidad de laciudadanía a nivel nación es la ciudadanía a nivel humano, profundizaré está idea en lo subsiguiente. En innumerables ocasiones perdemos de vista lo más evidente, lo que se encuentra justo frente a nuestros ojos.
Abandonado a su sola fuerza, sin los beneficios que la comunidad le brinda (desde los más elementales como la seguridad), el hombre está condenado a perecer. Somos seres sociales y no podemosexistir sino en sociedad. Pero este tipo de convivencia conlleva la aceptación de sus reglas y, el hecho mismo de tenerlas parece apuntar a una disminución de la libertad del individuo. Sin embargo, es todo lo contrario; si no se puede existir sino en comunidad como se dijo anteriormente, no se puede ser libre sino es en una. La voluntad individual crece y se encamina sin disolverse mediante lainclusión en la comunidad. Por eso apunta Rousseau: “Para que el pacto social no se reduzca a una fórmula vacía, implicita (trae consigo) tácitamente el siguiente empeño, el único que puede dar fuerza a los demás: aquel que se niegue a obedecer la voluntad general (ser ciudadano), será obligado a ello por todo el cuerpo (social); esto no significa otra cosa que obligarle a ser libre.
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