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Determinada por sus cambiantes usos y dueños, por decenas de sismos y una infausta ocupación militar, por la obsesión del tiempo pero también por la de quienes se negaron a verla desaparecer, la vieja Casona del Parque Universitario completa su cuarto siglo de vida en plena y vital recuperación como Centro Cultural dela Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
La azarosa historia del claustro le ha permitido acumular entre sus muros y en los muros mismos testimonios preciados de cada una de sus diversas épocas: noviciado jesuita, convictorio real, colegio republicano, sede universitaria. La restauración integral de sus ambientes monumentales pone en valor todas esas arquitecturas y tradicionesadecuándolas a los usos más vigentes de la cultura actual.
Con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional, San Marcos logra así un aporte decisivo para el rescate del Centro Histórico de Lima y la renovación del quehacer artístico peruano. Al mismo tiempo reivindica en el mejor sentido la nueva identidad universitaria de estos antiguos claustros: creada por la Real Cédula del 12 de mayo de1551, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha sido siempre la más antigua del continente. El reto actual es convertirla también en la más contemporánea y audaz, potenciando de modo crítico esa tradición. Un paso decisivo para ello es la recuperación de su principal sede simbólica.
Esplendor entre los escombros
La historia de la Casona empieza en noviembre de 1605 con un generoso donativoeconómico para su primera construcción entregado a la Orden Jesuita o Compañía de Jesús por don Antonio Correa Ureña, funcionario del Santo Oficio. Los restos de este benefactor se conservan aún en la iglesia de San Carlos que formó parte integral del Noviciado de San Antonio Abad creado con esos fondos. El complejo constaba entonces de sólo una capilla y dos patios, pero ya a mediados del sigloXVIII había alcanzado su máxima extensión y su mayor esplendor, llegando con sus huertos y casas de ejercicios espirituales hasta las inmediaciones del actual Palacio de Justicia.
El terremoto de 1746, sin embargo, dejó al conjunto en ruinas y devastó al resto de Lima. En las siguientes décadas la ciudad intenta redefinirse con nuevas obras de esparcimiento público como el primer coliseo degallos, la plaza de toros en Acho y el remodelado Paseo de Aguas, pero la arquitectura conventual no perdería importancia. Cuando, por motivos políticos, en 1767 la corona española le encomienda al virrey Amat la expulsión de los jesuitas del Perú, la Casona ya había sido reedificada hasta adoptar un aspecto semejante al actual. Es con esos cinco patios coloniales, la capilla interior y la iglesiaexterna, que el conjunto pasa en 1769 a ser sede del Real Convictorio de San Carlos , destinado a la educación de niños y jóvenes promisorios.
Durante la lucha por la emancipación y bajo la dirección de Toribio Rodríguez de Mendoza, el nuevo instituto pedagógico se convirtió en el mayor foco de ideas ilustradas y separatistas. Esa agitación fue la razón de fondo para que el Virrey Pezuela loclausurara en 1817, pretextando carencias económicas. Vuelto a inaugurar un año después de la declaración de la Independencia, el ya rebautizado Colegio de San Carlos es asimilado en 1861 a la Universidad de San Marcos y a partir de 1867 es convertido en su sede central, cuando el principal y primer centro de altos estudios del país se ve obligado a transferir su antiguo local de la Plaza Bolívar alCongreso de la República.
En 1880, urgido por la Guerra del Pacífico, el ejército peruano aloja batallones de reserva en el antiguo noviciado. Durante la ocupación de Lima, entre 1881 y 1883, el edificio es tomado por el invasor para el acantonamiento de sus tropas, dando lugar a graves destrozos y saqueos.
Tras ese trance se inició un largo proceso de recuperación y adaptación de la Casona. Ya en...
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