Clase media y la crisis 2001 en Argentina

La protesta social de la clase media argentina
en la crisis de 2001: los “cacerolazos”
Manuela Fernández Mayo
Universidad de Cádiz
Hacia fines del año 2001 y comienzos del 2002, Argentina afrontaba una de las crisis
más profundas de toda su Historia1. En este escenario adquirieron protagonismo diversas
iniciativas de la sociedad civil: algunas totalmente nuevas –como las asambleas barrialesy los
cacerolazos- y otras preexistentes, pero que han mostrado un mayor protagonismo durante
este período, -tales como piquetes, microemprendimientos y proyectos vinculados con la
economía social (experiencias de fábricas recuperadas, cooperativas de cartoneros, trueque,
etc.…); junto con la solidaridad, que llama la atención por su intensidad y por la novedad
de muchas de sus fórmulas.Los movimientos de protesta se consolidaron con autonomía de los sindicatos y
partidos mayoritarios, y en su experiencia, forjaron una crítica al conjunto del régimen
político señalando tanto un proceso de reapropiación social de lo público-político, como
de postulación de una compleja y germinal práctica de democracia callejera, asamblearia y
participativa. El ciclo de protesta que vivió laArgentina durante 2001, fue el más importante
desde el retorno a la democracia en 1983 por la cantidad de conflictos, la expansión territorial
de los mismos y la variedad de personas involucradas.
El reinicio del ciclo de protestas sociales, señalaba el principio de un proceso de articulación
de prácticas colectivas, de movimientos asociados a originales formas de organización y
lucha, querespondían a las recientes realidades sociales forjadas por las políticas neoliberales.
Al análisis de estas estrategias de resistencia ante la crisis – los cacerolazos - dedicaremos la
comunicación que presentamos.

La protesta social
Los años ‘90 (la década del presidente Menem) continuaron y profundizaron la crisis.
Una primavera económica producida por el dinero circulante obtenido de lasprivatizaciones
de empresas públicas, ocultó parcialmente el enorme efecto de desocupación que se iba
produciendo. Sin embargo, no hizo falta mucho tiempo para que la crisis mostrara sus nuevos

1 La suspensión de pagos a la deuda externa y la devaluación de la moneda hicieron que la economía fuera rápidamente desestabilizada y que la inflación sufriera un fuerte ascenso. Las primerasconsecuencias fueron un aumento vertical
de la pobreza y de la indigencia que alcanzaron índices sin precedentes: el 57.4% y el 27.5% de la población respectivamente. En octubre de 2002, en Argentina 20,8 millones de personas vivían en la pobreza y 9,96 millones de estos en la
indigencia. INDEC: “Incidencia de la pobreza y la indigencia en los aglomerados urbanos. Octubre 2002” en INDEC
(InstitutoNacional de Estadísticas y Censos), Buenos Aires, 31 de enero de 2003, accesible a través de: http://www.indec.
gov.ar/nuevaweb/cuadros/74/pob_toct02.pdf [febrero, 2007].

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Orbis Incognitvs. Avisos y Legajos del Nuevo Mundo

rostros: millones de argentinos sufrieron la precarización laboral y el empobrecimiento
sistemático, y con ello, la pérdida de la contención sindical2, que supone lasituación laboral
regular. Excluidos de las redes sociales y políticas, será a mediados de la década, cuando la
rebelión social de los desempleados adquirió rostros y subjetividad. En general, apareció
ligada a protestas de trabajadores ocupados (estatales, muchas veces docentes) y en el interior,
desde la provincia de Neuquén3 (Cutral-Có, Plaza Huincul) alcanzó impacto regional y
trascendencianacional4.
Los “cacerolazos” y movilizaciones, encarnados y llevados a cabo por los sectores urbanos
-particularmente las capas medias y amplios grupos juveniles-, marcaron las jornadas de
diciembre de 2001 y coronaron un largo proceso de incremento de la protesta social y
de fortalecimiento de los movimientos populares forjados a lo largo de ese año. En este
sentido, cabe destacar que el...