clasicos de la filosofia

Platón y la dictadura de los sabios
Platón (427 a.C. – 347 a.C.) es uno de los grandes pensadores de todos los tiempos. Como
teórico de la política, además, figura entre los principales críticos de la democracia. Puede
que el carácter antidemocrático de su pensamiento político no le haga demasiado simpático
en nuestros días, en los que la democracia, al menos en Occidente, es defendidacomo un
sistema cuyas virtudes no suelen cuestionarse. Sin embargo, además de por su genialidad,
las personas con convicciones democráticas harían bien en leer a Platón. No para que dejen
de ser demócratas (algo improbable, seguramente, en nuestro tiempo y nuestra cultura)
sino porque es bueno conocer las críticas inteligentes que se hacen a nuestras convicciones, y
Platón proporcionó -y siguehaciéndolo- algunas de las objeciones más importantes a la
democracia. Después de todo, lo que distingue a un demócrata ilustrado de un demócrata
ingenuo es que el primero defiende la democracia después de reflexionar sobre las críticas
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que se le hacen, mientras que el ingénuo la acepta sin pararse a pensar por qué es unsistema mejor.
Nuestro autor nació y murió en Atenas. Como el resto de las ciudades griegas, era una
ciudad-Estado. O sea, una ciudad independiente y con capacidad de auto-gobierno, si bien
federada o asociada a otras ciudades con las que formaba alianzas, también conocidas como
ligas. Durante el siglo V, Atenas fue una potencia marítima que se enriqueció gracias al
comercio. Además se gobernabamediante una democracia. A diferencia de las democracias
que conocemos hoy, la de Atenas era directa o asamblearia. O sea, los ciudadanos varones
libres, que eran quienes tenían derechos políticos, se reunían periódicamente para votar
leyes y tomar decisiones políticas. También formaban parte de los jurados en los tribunales,
y participaban, por tanto, en la emisión de veredictos. Además,podían ocupar cargos de
gobierno.
A finales del siglo V a.C. Atenas se enfrentó a Esparta, su rival tradicional, en un conflicto
conocido como Guerra del Peloponeso. (431–404 a.C.). El resultado fue una cruel y
humillante derrota de los atenienses contra los espartanos, quienes imponen a aquéllos
severas condiciones. Los atenienses se preguntaban por qué habían sido derrotados,
buscaron culpablesy algunos señalaron a Sócrates. Después de todo, Sócrates, el filósofo,
llevaba años preguntando a los hombres, especialmente a los jóvenes por qué estaban
seguros sobre sus convicciones, por qué creían las cosas que creían, como podían saber que
no estaban equivocados. Al actuar así, argumentaban los enemigos de Sócrates, el viejo
filósofo había infundido escepticismo, desconfianza y dudas enlos jóvenes; los había
desmoralizado, y eso había jugado en contra de Atenas durante la guerra. Sócrates fue
juzgado, un tribunal popular lo halló culpable y lo condenó a suicidarse bebiendo una copa de
cicuta, un veneno tan letal como doloroso.
Platón había sido alumno y admirador de Sócrates hasta el día de su muerte. Este episodio
no sólo le afectó como amigo, sino que también le hizoreflexionar: ¿cómo puede una ciudad
justa cometer un crimen como condenar a muerte al más sabio de sus ciudadanos? La
conclusión de Platón no sólo fue que las instituciones atenienses habían actuado
injustamente, sino que llegaba más lejos: una democracia no puede nunca conducir a la
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justicia.
El nervio del argumento de Platónpara rechazar la democracia como un sisitema
necesariamente injusto es más o menos como sigue. Solamente puede tomar decisiones
justas quien sabe qué es realmente la Justicia. En palabras de Platón, quien conoce la idea de
Justicia. Nosotros laescribimoss en mayúscula porque Platón pensaba que una cosa era la
idea de Justica y otra muy distinta las diferentes opiniones y puntos de vista...