Coach En Las Empresas
Tal vez no suene a políticamente correcto, no me importa, he decidido decir lo que pienso ya que mi opiniónforjada por la de todos aquellos que han compartido la suya conmigo y la han impregnado de sus sentires y pensares: IMPORTA. Personas por las que siento ya, una profunda admiración y respeto, a las que hetenido delante, frente a mí, mirándose en el espejo de mis ojos, andando los senderos de sus propios pasos, recordando un yo futuro en el presente.
He podido trabajar en organizaciones dedistinto tipo, administración pública, organizaciones sin ánimo de lucro, empresas que me han dado y me siguen dando fuerza y motivos para levantarme un día tras otro y traspasar los altos muros que lasresguardan, infiltrarme en sus estancias y hacer lo que he venido a hacer: LATIR…hoy, mañana…siempre
Así que una vez dentro, cojo el corazón que llevo oculto en el bolsillo, soplo para sacudirle elpolvo y ya en mi mano, lo miró con ojos redondos y lo sostengo con la mano semiabierta para que tenga espacio y siga latiendo.
Entonces…a veces de puntillas, otras corriendo como una gacela, paseo ellatido por los pasillos de esas organizaciones para recordarles de qué está hecho el ser humano. Lo hago sutilmente para que el temor no haga que se abalancen sobre mí y me arrebaten el tesoro quesostengo, no quiero que acabe en esas jaulas que guardan en los sótanos que un día visité escuálida y herida…Voy de un lado a otro, pero me detengo para acercarlo a los oídos de las personas queencuentro, contemplo su sonrisa dulce y hermosa, parece un arco tendido al revés: puerta hacía otro mundo…luego cierro los ojos con ellos, (ya no necesitamos de miradas, nos entendemos sinpalabras)…entonces veo cómo deslizan su mano por debajo de la camisa, los hombres apartan su corbata, las mujeres se sonrojan… la lentitud me sobrecoge y entonces presencio el milagro, perforando con angelical roce...
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