Coaching y pastoral juvenil

¿Y si un trozo de madera descubre que es un violín?...


…que cegado por el miedo,
no escuchaba su música interior.
¿No merece el empeño de ser tallado?
¿No debe ser moldeado
y encontrar asísu propia felicidad?...


Me permito comenzar esta reflexión trayendo este fragmento del poema de Arthur Rimbaud, a modo de metáfora, que nos ayude a explicar la conexión que podemosestablecer entre el coaching y la Pastoral Juvenil.

A través de la acción pastoral intentamos llegar al corazón de cada chico o chica para acompañarlo en un proceso de encontrarse a sí mismo, descubrir aDios y el sentido de su vida y desarrollarse plenamente en la sociedad que le va a tocar vivir. Todo ello solemos hacerlo ofertando una serie de actividades que faciliten ese desarrollo personal.Emprendemos camino juntos, en el que acompañamos a los niños y jóvenes, como el Buen Pastor, para conseguir la “salvación” integral de la persona.

John Whitmore, uno de los pioneros delcoaching, cree que éste consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Consiste en ayudarle a aprender en lugar de enseñarle.

Y si retomamos el poema deRimbaud, desde la perspectiva del coaching, como pastoralistas y educadores, acompañamos a los jóvenes a descubrir cuál es su potencial. Los ayudamos a que vean el posible violín en el que se puedenconvertir, a que superen los miedos que les impiden seguir creciendo, a que escuchen su maravillosa música interior, pues todos la tienen, aunque no siempre sean capaces de oírla; les ayudamos a que sedejen tallar y moldear por las manos del único Maestro Alfarero que sabrá ver la magnífica escultura que pueden llegar a ser, y de este modo conseguir que amen la vida, en el sentido más amplio delconcepto, con lo positivo y lo negativo que hay en la misma y así, alcanzar la verdadera felicidad.

He oído algunas veces a Sor Montserrat del Pozo, pedagoga e innovadora educativa, utilizar la...