Codificación Francesa

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CULTURA JURÍDICA EUROPEA
2009/2010
Culturas de las libertades
Partimos de la dimensión histórico-cultural del derecho público moderno, como
producto de la historia. Nos interesa la cultura que, en conjunto, inspira la sistematización de las
libertades en sentido jurídico-positivo. Fioravanti propone tres modelos de fundamentación de
los derechos y libertades, ninguno de los cualestiende a permanecer aislado de los otros a partir
de las revoluciones de finales del siglo XVIII.
I-Modelo historicista
Sitúa las libertades en la historia, y así las sustrae de las intromisiones arbitrarias de los
poderes constituidos; es decir, fuerza imperativa de los derechos adquiridos por el tiempo y el
uso (historia= tiempo+uso), indisponibles para la voluntad contingente del poderpolítico.
Las libertades civiles o “negativas” consisten en la capacidad de obrar en ausencia de
impedimentos u obligaciones, dentro de una esfera delimitada y autónoma, sobre todo en
relación con el poder político. Se concretan esencialmente en la libertad personal y la propiedad
privada (el célebre binomio inglés “liberty and property”).
A la hora de explicar las libertades, el historicismo mantieneuna relación abierta y
problemática entre la edad media y la edad moderna. La fascinación por la edad media le impide
limitarse a la moderna como un horizonte delimitado por la construcción del Estado moderno,
un sujeto político monopolista del imperium, entre los siglos XVII y XIX. La edad media se
caracteriza por la ausencia de un sujeto político como el estado moderno; por el contrario,actúa
para el historicismo como momento de construcción de la tradición de la limitación necesaria
del poder político de imperium, compuesto básicamente por:
-poder de imponerse en las controversias como tercero neutral con poder para hacer
cumplir la sentrencia.
-poder de imponer tributos de distinto género y naturaleza
-poder de pedir el sacrificio de la vida con la llamada a las armas.
Elimperium medieval aparece fraccionado en la escala jerárquica, y actúa a
través de relaciones de intercambio (fidelidad/protección). Esa dimensión contractual de
reciprocidad goza de sus propias garantías. Hablamos entonces de un derecho objetivo, radicado
en la costumbre y en la naturaleza de las cosas; de un derecho que es ius involuntarium; de unos
derechos y libertades que a cada unoasigna su lugar, su ubicación.
No cabe hablar, por otro lado, de libertades políticas o “positivas”, ni siquiera a
partir del siglo XIII, pese a la existencia de los llamados “contratos de dominación”, que no son
sino un instrumento que pone en relación al señor (que se afirma como vértice) con los distintos
estamentos con el fin de asegurar las respectivas esferas de dominio, y defender losderechos
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radicados en el tiempo, las libertades negativas o civiles. No existe pues un sujeto colectivo, ni
el poder de definición del derecho por parte de ningún poder constituido. El historicismo
encuentra en la Edad Media las raíces de la libertad como autonomía y seguridad.
La edad media reconoce derechos según una estructuración corporativa, y noindividual;
asimismo, parte del “orden natural de las cosas”, incompatible con la concepción moderna de
libertad, entendida como libre expresión de la voluntad (es decir, como libertad “positiva”),
incompatible por tanto con la libertad esencial de querer un orden diferenre, que está en la raíz
de las libertades “poisitivas”. De ahí, repetimos, la difícil relación entre la edad media y la edadmoderna.
Aun así, por un lado, el historicismo, convenientemente combinado y modificado será
útil a partir del siglo XVIII.
Por otro lado, encontramos en Inglaterra la aplicación del historicismo: la continuidad
entre libertades medievales y modernas, transición gradual y relativamente indolora,
prescindiendo precisamente de un poder político soberano altamente concentrado. El caso inglés...