Codigo Electoral Del Estado De Mexico
16 de febrero de 1996.
CC. DIPUTADOS SECRETARIOS
DE LA H. LII LEGISLATURA DEL ESTADO
P R E S E N T E.
En ejercicio de las facultades que me confieren los artículos 51 fracción I y 77 fracción V de la
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México, me permito someter a la consideración
de la H. Legislatura, por el digno conducto de ustedes, lapresente iniciativa de Código Electoral del
Estado de México, que tiene su fundamento en la siguiente:
EXPOSICION DE MOTIVOS
En una sociedad democrática como la nuestra, el derecho, se transforma dentro del derecho. Las
instituciones se renuevan y los procesos electorales se perfeccionan, manteniéndose como la vía legal
para acceder al ejercicio del poder público.
Reformar nuestro sistemaelectoral no es, por tanto, sólo un ejercicio de autoridad. Es también un
acto trascendental que permanece en la memoria colectiva y da sentido al cambio sin perder el
rumbo; que permite aspirar a mejores formas de organización social para que, superando lo obsoleto,
se reafirme lo que debe perdurar y, al hacerlo, se responda a las exigencias de una sociedad cada vez
más participativa y resuelta aseguir haciendo, de los procesos electorales, uno de los más
importantes instrumentos de la democracia.
La política nunca ha estado exenta de los valores fundamentales que todos compartimos. Es a partir
de ellos, precisamente, que podemos construir consensos, básicos en los que prevalezca no sólo lo
ideal sino también lo factible. Que aspire a la democracia perfecta, para tener una que,siendo tan
real como sus trabas, no por ello deje de ser perfectible.
Se trata de avanzar para acercarnos hacia un objetivo siempre vigente. Una democracia que no se
quede en la teoría, sino que se asemeje en la prácti ca a lo que somos capaces de concretar.
Reafirmamos, así, que se puede tener fe en la democracia y, al mismo tiempo, ser realistas. Entre las
entelequias que distraen y el puropragmatismo que se impone, optemos por un sistema que se
ajuste a nuestra circunstancia. Ni idealismos que lleven a escenarios que, siendo fascinantes, no
dejan de ser imaginarios, ni realismos crudos que prescinden de ideales, terminando por caer en el
cinismo.
No hay reformas electorales definitivas, porque las condiciones que cada una modifica son
cambiantes como la sociedad que lasprotagoniza. Pretender que se puede determinar de una vez y
para siempre las reglas de la lucha política, es tanto como creer que se puede cambiar para que todo
siga igual. Se cambia para mantener vivos los principios fundamentales, pero, al hacerlos perdurar,
se transforma la realidad que uno vive y se sientan las bases para nuevos cambios.
Lo que hoy es válido en la competencia por el poder público,mañana puede ya no serlo. Lo único que
no debe cambiar es la firme voluntad de hacer que la norma se traduzca en hechos, los propósitos en
metas alcanzables y las expectativas en una visión objetiva de lo que se puede lograr. Por ello, más
que hablar de la reforma, es mejor referirse a la voluntad de refo rmar, y esa, debe ser permanente.
Del reconocimiento objetivo de nuestra realidad, sedesprende el carácter de complejo y diverso de la
pluralidad que como sociedad nos distingue. La democracia no es patrimonio de nadie, ni resulta del
proyecto particular de grupo o corriente alguna.
Reivindicar la vida democrática no es, ni puede ser, la versión particular de una sola corriente por
avanzada que ésta sea. Por ello, la ley debe garantizar, en primera instancia, el pluralismopolítico, y
e nseguida, la necesaria mesura que nos mantenga distantes lo mismo de las trampas de la
demagogia, que del autoritarismo que, paternal, prefiere gobernar sin consultar.
Todos queremos un México más libre, más democrático y más justo. Si hay diferencias, éstas son
acerca de los medios y los tiempos, y por ello, son diferencias legítimas. El gobierno se compromete a
respetarlas y,...
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