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Mujeres en la cárcel: más que una condena penal




17-09-2010 a las 17:52:46
Según Élida Aponte, viceministra para la Transversalidad Política de Género, aunque la mujer presenta una conducta delictiva mucho menor que la masculina, está sometida a un sistema donde la discriminación y la violación de sus derechos humanos se manifiestan a diario

Gusmán Daboín Balza
 
Una sanciónpenal parece no ser suficiente. Las mujeres privadas de libertad en Venezuela, además, deben soportar el castigo moral por haber violado el modelo de “buena mujer” impuesto en una sociedad patriarcal como esta. Este segmento, que representa un aproximado del 4% de la población carcelaria, también corre el riesgo de perder su núcleo familiar y el afecto de las personas de su entorno.
 
Élida Aponte,coordinadora de los Estudios de Género del Instituto de Filosofía del Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, asegura que todo el sistema penitenciario venezolano está cimentado sobre parámetros de discriminación hacia las féminas: “Cuando un hombre delinque es procesado y sentenciado, pero cuando una mujer delinque pasa de ser de una buena a una mala mujer”.

LUZ hadesarrollado proyectos de investigación relacionados con las mujeres privadas de libertad en el estado Zulia. A partir de ellos, ¿cómo se puede definir esa situación?

Para mencionar un caso, en el anexo de mujeres de la Cárcel Nacional de Maracaibo (Sabaneta) hay problemas necesarios de analizar. El hecho de que sea un anexo crea una situación de minusvalía, pues las decisiones son tomadas por eldirector de la cárcel y están enfocadas principalmente en el aspecto de reclusión masculina. Nuestra experiencia nos lleva a solicitar que todos los centros de reclusión de mujeres privadas de libertad tengan autonomía de infraestructura, de funcionamiento, y que el personal sea debidamente entrenado para tratar a mujeres.

Por otra parte, en el retén El Marite, que sirve como centro de arrestopreventivo, la situación de reclusión de mujeres es crítica. Por ejemplo, al lado de su pabellón está el de los violadores. Además, en una inspección que efectuamos aproximadamente hace dos años pudimos constatar que esas mujeres deben lavar y planchar la ropa de los hombres; es decir, se traslada al centro de reclusión un patrón de subordinación y discriminación que no debiera existir. 
 
¿Qué pasasi ellas se resisten a cumplir esas labores?

Sencillamente no pueden resistirse porque están recluidas bajo un sistema de control que no ve sus necesidades, y que no está pendiente de sus derechos y de los reclamos legítimos que hacen. Se considera que los hombres mandan y las mujeres obedecen.

La profesora Aponte cuenta que las reclusas de El Marite se quejan por la negación del derechofundamental de ver a sus hijas y a sus hijos, y denuncian las irregularidades cometidas por los trabajadores de ese sitio: “Hasta hace año y medio cobraban 50 bolívares para pasarles un jean. Otro punto interesante es que la comida llevada por los familiares es clasificada a la llegada: si en esa comida van productos de cierta calidad no llegan a los reclusos ni reclusas, porque son tomados por elpersonal de guardia y custodia”.

¿Existen otras situaciones específicas que demuestren la discriminación sufrida por las féminas en las cárceles?
 
Cuatro meses atrás visitamos el anexo de la Cárcel Nacional de Maracaibo, allí las reclusas reclamaban la asistencia jurídica que a los hombres se les otorga con facilidad. Sumado a esto, a la mujer se le aplica el listón de ser mujer, por lo cual yaes discriminada 2 veces: por haber violado la norma social y el ordenamiento penal, pero si es extranjera también se discrimina y es muy difícil que se consigan los beneficios procesales. 

También se quejan de no tener asistencia médica ni psicológica apropiada, tomando en cuenta que en ese lugar existen reclusas con enfermedades mentales que ameritan tratamiento especial fuera de allí....