Coeficiencia
"Como las fiestas populares, la Revolución es un exceso y un gasto, un llegar a los extremos, un estallido de alegría y desamparo, un grito de orfandad y dejúbilo, de suicidio y de vida, todo mezclado."
Octavio Paz
Cualquier ser humano que menosprecia el espíritu revolucionario de la colectividad, desdeña a su vez su propia voluntad individual de cambio, detransformación y de mejora. Tristemente, desde hace más de una década, la Revolución Mexicana ha ido desapareciendo del discurso político, y por consiguiente, de la memoria histórica. Y es que no setrata meramente de lo que quienes pretenden olvidar esta parte de la historia mexicana llaman "una superación al romántico encanto revolucionario", sino de un vacío, engreído y jactancioso ánimo derepulsión -de esas mismas personas- a los modernos ideales de equidad y justicia social que enarboló la gloriosa y bravía turba revolucionaria.
Muchos mexicanos de hoy se sienten ajenos a losprincipios revolucionarios de principios del siglo XX. Las nuevas generaciones degradan, o simplemente desconocen los logros de las generaciones anteriores: sin duda una actitud histórica natural y que nadasorprende. Lo que resulta doloroso, es que de eso se aprovechan los delesnables reaccionarios que como caricaturas conservadoras decimonónicas, se empeñan hoy en forjar un prototipo de identidadcolectiva (e individual) totalmente tergiversado y sin objetividad histórica; basado en rebajar a los héroes y caudillos revolucionarios a "locos criminales" o a "ambiciosos bandoleros" y en llamar a "juzgarconcienzudamente" la indefendible dictadura porfirista.
La frivolidad del estátus de estas personas les hace olvidar que es gracias al movimiento revolucionario y a la transposición jurídica de susprincipios, que hoy gozan de ese cómodo bienestar que les hace hablar con tal ligereza. De ahí la necesidad de concebir siempre a la Revolución como un proceso histórico inconcluso donde la...
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