Colapso Ambiental
Las condiciones meteorológicas son muy difíciles de predecir y es muy probable que el tradicional almanaqueBristol salga definitivamente del mercado porque no hay cómo creerle a los ciclos del tiempo que pronosticaba y que ayudaron tanto a nuestros abuelos y campesinos.
Un día llueve, a las horassiguientes un intenso calor, más tarde cielo nublado, por las noches baja la temperatura, al mediodía más de 40 grados centígrados e incluso en Bogotá las manecillas del reloj se mueven entre solesincandescentes e insoportable frío. Nada como esta situación puede reflejar más y mejor un estado del tiempo enloquecido.
De dos temporadas invernales devastadoras pasamos a los anuncios de una larga sequía, esdecir del fenómeno de “La Niña” nos movemos hacia al fenómeno del “Niño” sin mayores contemplaciones, hecho esto que causa graves problemas al abastecimiento de agua a la población, el trabajoagropecuario y la generación de energía eléctrica, entre otros aspectos además de la exposición a los incendios forestales en distintas regiones del país.
Creo que Colombia tiene una de las legislacionesmás completas de América Latina para la protección medioambiental y al mismo tiempo ha suscrito completos tratados internacionales que rigen la materia.
Pero en lugar de apreciar un país que seconserva y defiende el derecho a un medio ambiente sano, observamos una Nación que se dirige al colapso ambiental.
La exploración y explotación minero energética, al lado de la logística para losenvíos a los mercados internacionales y doméstico, está llena de riesgos y a diario son centenares las denuncias que llegan a las autoridades competentes sobre violaciones y abusos contra nuestro ya...
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