Colección de impresiones: sobre la causalidad en nietzsche

Carlos Hugo Molina Hernández. Filosofía Contemporánea. chmolinahernandez@gmail.com

Las circunstancias y mis circunstancias.

El “mundo interior”[1] parece ser algo laberíntico, rebosante denociones, relevadas a planos de probabilidad e improbabilidad en relación a inferencias distinguibles que se contraponen, quizá arbitrariamente en una mecánica aún no concebida. Abordar teóricamente elhistórico concepto de sustancia no es tarea de este ensayo. Esto sería aún más especulativo que lo precedente en cuanto que el primer análisis impone una dimensión interpretativa más amplia ypretenciosa que el segundo. En breve, se pretenderá un acercamiento a la idea de relación causal en perspectiva de Hume, con el fin de dar persecución al racionalismo moderno a partir de los revolucionariosplanteamientos nietzscheanos sobre las causas imaginarias y la traslación crítica que estos resuelven, en otra forma de entender la causalidad. Será en este caso, un acercamiento a una de las partesresultantes de la metafísica, y no a la metafísica en su totalidad.

Interesa al ensayo un punto de partida de abstracción primario que tratará de ser estudiado:
“...Las representaciones que fueronengendradas por una situación determinada son concebidas erróneamente como causa de la misma. - De hecho cuando estamos despiertos actuamos también así. La mayoría de nuestros sentimientos generales-toda especie de obstáculo, presión, tensión, explosión en el juego y contrajuego de los órganos, como en especial el estado del nervus sympaticus- excitan nuestro instinto causal: queremos tener unarazón de encontrarnos de este y de aquel modo, -de encontrarnos bien o encontrarnos mal. Jamás nos basta con establecer el hecho de que nos encontramos de este y de aquel modo: no admitimos ese hecho- no cobramos consciencia de él - hasta que hemos dado una especie de motivación. - El recuerdo, que en tal caso entra en actividad sin saberlo nosotros, evoca estados anteriores de igual especie,...