Colmillo Blanco

Páginas: 325 (81230 palabras) Publicado: 14 de abril de 2015







Jack London


Colmillo Blanco














Editado por


© 2002 – Copyright http://www.librodot.com
Todos los Derechos Reservados

PRIMERA PARTE

LO SALVAJE
I
La pista de la carne

Aun lado y a otro del helado cauce de erguía un oscuro bosque de abetos de ceñudo aspecto. Hacía poco que el viento había despojado a los árboles de la capa de hielo que los cubría y, en medio de la escasaclaridad, que se iba debilitando por momentos, parecían inclinarse unos ha­cia otros, negros y siniestros. Reinaba un profundo silencio en toda la vasta extensión de aquella tierra. Era la desolación misma, sin vida, sin movimiento, tan solitaria y fría que ni siquiera bastaría decir, para describirla, que su esencia era la tristeza. En ella había sus asomos de risa; pero de una risa más terribleque todas las tristezas..., una risa sin alegría, como el sonreír de una esfinge, tan fría como el hielo y con algo de la severa dureza de lo infalible. Era la magistral e inefable sabiduría de la eternidad riéndose de lo fútil de la vida y del esfuerzo que supone. Era el bárbaro y salvaje desierto, aquel desierto de corazón helado, propio de los países del norte.
Pero, a pesar de todo, allí habíavida; lo que significaba, sin duda, todo un reto. Por la pendiente del helado cauce bajaba penosamente una hilera de perros que parecían más bien lobos. La escarcha cubría un hirsuto* pelaje. El aliento se les helaba en el aire en cuanto salía de su boca, era des­pedido hacia atrás en vaporosa espuma hasta posarse en sus pies, en donde se cristalizaba. Los perros llevaban sendos jae­ces* decuerpo, como tirantes, que los mantenían unidos a un trineo que arrastraban. El vehículo, especie de narria*, había sido construido de recias cortezas de abedul, carecía de cuchillas o patines, y toda su superficie inferior descansaba sobre la nieve. La parte delantera del trineo estaba vuelta hacia arri­ba, a fin de que pudiera penetrar por la gran ola de nieve blanda que le dificultaba el paso. Atadafuertemente sobre el trineo, se veía una caja estrecha y larga, rectangular. Había también otros objetos: mantas, una gran hacha, una cafetera y una sartén; pero lo que ocupaba la mayor parte del sitio disponible, destacándose sobre todo lo demás, era la caja es­trecha y larga, de forma rectangular.
Delante de los perros, calzando anchos y blandos zapatos de pelo para la nieve, avanzabatrabajosamente un hombre. Detrás del trineo iba otro. Dentro, en la caja, iba un tercero para quien todo esfuerzo había ya terminado: una víctima de aquel salvaje desierto, un vencido que no se movería ni lu­charía ya más, aplastado, aniquilado por él. Al desierto no suele gustarle el movimiento. Toma como una ofensa la vida, porque vida es movimiento, y él tiende siempre a destruirlo. Hiela el agua para nodejarla correr hacia el mar; les roba la savia a los árboles - hasta helarles el potente corazón; y con mayor ferocidad, y por más terrible modo aún, anonada y obliga a someterse al hombre. Al hombre, que es lo más in­quieto que la vida ofrece, siempre en rebelión, justamente en contra de la idea de que todo movimiento acaba con la ce­sación del mismo.
Pero allí, al frente de la zaga, comoescolta, audaces, in­domables, caminaban trabajosamente los dos hombres que no habían muerto aún. Pieles y cueros blandos cubrían sus cuerpos. Tenían pestañas, mejillas y labios tan cubiertos de cris­tales de hielo, producidos por su helada respiración, que era imposible distinguirles la cara. Esto les daba el aspecto de enmascarados duendes, de enterradores de un mundo de es­pectros en el entierro deuno de los suyos. Pero, pese a las apariencias, eran hombres que penetraban en la tierra donde todo es desolación, mofa sarcástica y silencio; aventureros no­vatos enfrascados en una colosal empresa. Se introducían a viva fuerza en un mundo poderosísimo, tan remoto, tan ajeno a ellos y tan sin pulso como las profundidades del espacio. Avanzaban sin hablar, economizando el aliento para man­tener...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Colmillo Blanco
  • Colmillo Blanco
  • Colmillo Blanco
  • Colmillo blanco
  • Colmillo Blanco
  • Colmillo Blanco
  • Colmillo blanco
  • Colmillo blanco

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS