Colombia Amarga
DIEGO ALEJANDRO ARBELAÉZ
PRESENTADO A:
MIGUEL ÁNGEL RÍOS
ASIGNATURA:
CORRIENTES LATINOAMERICANAS DE LA COMUNICACIÓN
COMUNICACIÓN SOCIAL V
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE ORIENTE
RIONEGRO – ANTIOQUIA
2011
DONDE TODO HA PASADO Y PUEDE PASAR.
Introducción
Colombia o La tierra del espíritu santo, donde todo ha pasado y puede pasar, es conformada por1,141.748 kilómetros cuadrados de la más envidiable naturaleza, convirtiéndola en el cuarto país más grande de América del Sur. Gente aparentemente amable, y feliz a pesar de las tragedias, recorren día a día sus ciudades y pueblos; sus selvas es una mirada a la más bella y variada fauna y flora que todo país quisiera obtener. Sin embargo tanta dicha no puede ser cierta, a pesar de las riquezas deColombia, este país a lo largo de la historia ha sido protagonista de hechos violentos que desde el momento de la lucha independentista ha marcado su historia. Desde allí, las muertes, la corrupción, la pobreza y las más inexplicables diferencias han hecho de Colombia una tierra que ha sido siempre bañada por sangre.
En el libro “Colombia amarga” una recopilación de las crónicas escritas porGermán Castro Caicedo, periodista cundinamarquense, narra ese sabor amargo de lo que desde hace muchos años se vive en Colombia.
En este ensayo se reflejará que nuestra “tierrita” no ha sido nunca tan nuestra, y que desde los años 70 hasta hoy Colombia sigue prácticamente en las mismas, donde la violencia, la destrucción al ambiente, el abandono, el profundo desprecio por la vida, problemáticas dedelincuencia en las ciudades y la corrupción estatal todavía hacen parte de la actualidad colombiana disfrazada con verdes paisajes y su clima tropical, pero donde su cielo clama por un cambio.
1. Génesis de violencia
Desde sus inicios Colombia ha sido escenario de sangrientos actos violentos y que como una epidemia han transitado por sus tierras a lo largo de la historia y que hanprevalecido irrisoriamente hasta hoy. Esta violencia ha tomado protagonismo a través de disputas políticas, del dominio descarado de las tierras campesinas, de un odio indiscriminado hacía los indígenas, del afán de las multinacionales por expandir su campo de acción y explotar todo recurso vital, del narcotráfico, del hampa en las calles, de la corrupción administrativa, del abandono estatal y el olvidode regiones recónditas.
Si vamos a revisar hoy a Colombia nada de esto ha cambiado, y por el contrario las diferencias políticas crecen, los politiqueros trabajan para ellos mismos, olvidándose de que la nación son más de 45 millones de personas arrojando esto como consecuencia mayores brechas entre ricos y pobres.
Es triste saber que en nuestra nación desde el principio de su historia eldrama del engaño, la violencia y el abandono siguen presentes como una plaga que nadie ha podido extinguir, pues el hecho de generar matanzas absurdas para sostener una hegemonía conservadora o liberal pone al descubierto que las ideologías mal estructuradas de los colombianos han llevado a acciones políticas fuera de toda lógica.
“La matanza de la Rubiera” es otro hecho que enmarca la crudeza conque la violencia ha impregnado en la conciencia colombiana. Seis campesinos de Arauca, cerca de la frontera venezolana, alimentados por un odio ancestral, históricamente irracional, proveniente de los primeros días de la conquista española, fueron capaces de matar a 18 indígenas en el verano de 1967. En el imaginario del mestizo se encuentra arraigada la idea de que el indígena es un ser malvadopor naturaleza y posee intenciones perversas para quienes no son como ellos.
Nuestro pasado oscuro hace entender un poco lo que hoy sigue viviendo Colombia, una guerra absurda donde quizás gente sufre las consecuencias del conflicto sin tan siquiera hacer parte de él, a diario nos toca presenciar, cómo alguien acaba con la vida de otro jugando a ser un Dios que cree tener el derecho de apagar una...
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