Columna De Opinion Teleton Matamala
No podía ser de otra manera: una ciudadanía más crítica, que ya noreconoce intocables ni vacas sagradas, se abre a la discusión. Y ni siquiera una de las obras más valoradas y admiradas del país se salva del ojo crítico. En buena hora. En democracia no hay temas tabúes, nipersonas e instituciones que estén fuera del escrutinio público.
Y aunque las críticas son de todo tipo (desde la guerra de egos de los rostros hasta cierta mirada condescendiente hacia las personasdiscapacitadas), hay dos especialmente fuertes: el rol del Estado y el lugar de las empresas.
La primera, articulada desde nada menos que las Naciones Unidas, cuestiona que el Estado abdique de sudeber de rehabilitar a niños discapacitados, entregando esa responsabilidad a una fundación privada. En un informe relativo a la Teletón de México, la ONU muestra su preocupación porque “buena parte delos recursos para la rehabilitación de las personas con discapacidad del Estado sean administradas por un ente privado como Teletón".
No estoy de acuerdo. Hay muchas áreas en las cuales los privadosllegaron antes que el Estado, y si cumplen esa labor de forma satisfactoria y eficiente, no veo por qué evitarlo en aras de la pureza ideológica. Citando un viejo lema británico: “si no está roto, nolo arregles”. Y la Teletón chilena, con su atención de excelencia disponible para niños de todos los estratos socioeconómicos, a un costo bajo para el Estado, no está para nada rota.
Por supuesto, sila Teletón no existiera, el Estado tendría que hacerse cargo de su función. Pero existe, y es un gran aporte. Tal como los Bomberos cumplen una tarea que de otro modo tendría que ser estatal. Sin...
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