Columna Leo Zuckermann
Esta posición no es, de ninguna forma, una recomendación avotar por Peña o el PRI. Yo todavía no decido por quién votar, mucho menos me siento preparado para recomendar cómo hacerlo. Esto no me impide, sin embargo, opinar de por qué no creo que habría unaregresión política en caso de que ganara el candidato del PRI.
Para empezar, me parece una gran simpleza analítica pensar que el resultado de una elección mandaría al caño todo lo que los mexicanoshemos logrado en materia de democracia liberal durante tantos años. De manera gradual, y fundamentalmente pacífica, México cambió para transitar a un régimen democrático. Hoy, gracias a estos cambios,tenemos una sociedad cada vez más plural, participativa y acostumbrada a las libertades. Tan sólo hay que ver las manifestaciones de este fin de semana en contra de la candidatura de Peña para darsecuenta de cómo el país ha cambiado. Dígame usted: ¿van a permitir estos estudiantes que regresemos a un régimen autoritario? Más aún: ¿vamos a permitirlo todos los que estamos a favor de la democracialiberal? ¿Nos vamos a arrugar frente a posibles intentos restauradores? No lo creo.
Pensar lo contrario, que es posible una restauración autoritaria, es pensar con miedo. Es suponer que lo logradoen materia de democracia es tan frágil que se puede romper en cualquier momento. No. Quizá yo sea un optimista, pero creo que los valores de la democracia liberal se han asentado durante estos añosde cambio.
No sólo en México. El mundo entero ha cambiado. Hoy ya no estamos en el mundo bipolar de la Guerra Fría. Hoy la mayoría de las naciones son democráticas. Y hoy, a diferencia del pasado,...
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