Columnistas

Jacaranda
Al pasar por las diferentes calles de la ciudad de Guatemala se observa la cantidad de buganvilias multicolores que distraen la vista y el pensamiento del sombrío panorama electoral del 2011 en Guatemala. Junto a ellas crecen los árboles de jacaranda, cuyo tema inspiró al célebre literato Alejandro Casona en su obra teatral: Los árboles mueren de pie. La jacaranda es un árbol que tieneuna magnífica floración color violeta, cuyas frondas se parecen a los helechos.

FRANK LA RUE LEWY
Su madera es tan apreciada por los ebanistas guatemaltecos. Su frondosidad y elegante vistosidad solo es una parte de la benevolencia, pues también sus flores color malva se usan en infusiones para curar de lombrices a los patojos.
En esa obra teatral de Casona, una anciana guarda recuerdosgratos de un nieto que, echado a la perdición, un día abandona la casa paterna. Siempre los recuerdos traen remordimientos hasta que el esposo trata de paliar las calaveradas del hijo inventándose una historia de un retoño ejemplar que vive en otro país y ha reordenado su vida. Sin embargo, tarde o temprano el rufián del verdadero familiar decide regresar para extorsionar al abuelo. En el camino, elbarco en el que supuestamente venía se hunde y surge la historia con una persona, inventora de sueños, que junto a una mujer al borde de la desesperanza decide alegrar a la anciana con la comedia del hogar ejemplar.
La anciana participa del engaño, no por el hecho de no saber la verdad, sino por estar resuelta a cerrar los ojos a la realidad y querer disfrutar del recuerdo de las cosas buenas delpasado, sin importarle las desgracias y tragedias. Cuando aparece el hijo que ha causado la desdicha de la familia, queriendo que la abuela despierte de la farsa, ella admite que realmente no lo conoce y que abandone la casa para siempre. Prefiere vivir la lozanía del recuerdo que enfrentar una amarga realidad que no puede componerse.
Me escandaliza la cantidad de artículos, videos en YouTube,correos electrónicos, que pretenden borrar de la población ese mito del pasado y enfrentarla a una realidad como debió ser escrita. Me parece que los que comparan a Hitler con los presidentes del pasado deben usar la jacaranda para sacarse las lombrices de sus rencores y no tanto para contemplar la belleza de su fuerza vital como árbol y sus profusas flores malva-violetas.
El chapín no olvida lahistoria, pero no está condenado a repetirla. Por el contrario, no es un ignorante de los atropellos del pasado, pero sí reconoce que aquel que revive la comedia está interesado en rescatar lo bello y lo bueno del recuerdo, para que la vida no se extinga en medio del rencor y la opresión. No soy ubiquista, cabrerista o carrerista, pero sí creo que debe escribirse sin yerrar la pluma al justificarcon tinta extraída de la bilis la opresión de la dictadura, sino con la sangre tinta del corazón que busca el cambio para Guatemala. Mis paisanos no son gente torpe que no distinga la imposibilidad de los regímenes de tiranía y opresión, pero sí son gente que reconoce que en el pasado lo cotidiano se entremezcla con nuestra necesidad de existir.
No sé si admirar la jacaranda por su belleza, porser el remedio a un mal común o la herramienta de un ebanista. Lo que sí sé es que los chapines no estamos interesados en rememorar lo que nos hace daño, sino lo que nos trae en el recuerdo la oportunidad de contemplar la maravilla de la vida digna. Digamos con los mayas: ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijosesclarecidos, los vasallos civilizados, que aparezca el hombre, la humanidad sobre la superficie de Guatemala.

Comentario:
Prácticamente en lo que respecta al escritos son deja la reflexión de no dejar atrás todo aquello que algún día fue terror, angustia, dolor, sufrimiento, y todo lo que pudo atropellar en el corazón de cada una de las mentes y corazones de nuestros compatriotas ya muertos...