comentario de Barclay libro de Marcos
COMENTARIO
AL NUEVO TESTAMENTO
‑ Tomo 3 ‑
Evangelio según San Marcos
PRESENTACIÓN
¿Qué se puede decir del Comentario de Marcos que no hayamos dicho en la presentación de los comentarios de William Barclay a los otros evangelios y los otros libros del Nuevo Testamento que ya hemos publicado en la nueva edición española? Al traducir cada uno de ellos he tenido laimpresión, como probablemente vosotros al leerlo, de que aquél era, sin duda, el libro del Nuevo Testamento preferido de William Barclay, con el que se identificaba más. Por lo menos es cierto que conocía íntimamente todos ellos, y se sentía como en su propia casa en cada uno; cosa rara entre los teólogos y autores de comentarios, que suelen tener sus preferencias, y residir en algunos libros ‑porejemplo, los paulinos‑, y no pasar de hacer visitas turísticas a los otros por ejemplo, los joaninos‑; y entre los profesores, no son raros los que se niegan a incluir algunos en su programa, como Hebreos, 2° de Pedro y, no se diga, Apocalipsis. William Barclay los explicaba todos, y sobre todos escribió su comentario. Ya hemos publicado la mayoría de ellos, y en cada uno hemos percibido sus dotesde intuición, comprensión y exposición. A Lucas le llamaba el evangelio universal y el libro más encantador del mundo, y se superaba al resaltar sus encantos; en Juan, al colocarlo en su trasfondo histórico y cultural, desplegaba sus conocimientos enciclopédicos del helenismo; al comentar Mateo, el compendio supremo de la enseñanza de Jesús, mostraba sus extraordinarias cualidades como maestroal presentarlo en el trasfondo de la tradición judía. Parecería que no nos quedaba nada por decir al presentar Marcos.
Pues sí he revivido al traducir el Comentario de Marcos el encanto y la ilusión de las clases de William Barclay, y su capacidad extraordinaria para comentar supremamente este evangelio, el primero en el tiempo, el más sencillo, el menos elaborado, el que más se parece a unreportaje de la vida de Jesús, y en el que percibimos los ecos de un testigo más allá de cualquier excepción: ¡nada menos que Pedro, el testarudo y leal pescador galileo, que recordaba con todo detalle las escenas que contaba, los gestos y las mismísimas palabras del Carpintero de Nazaret, a quien él fue descubriendo paso a paso como el Mesías prometido, tan distinto, ¡pero tanto mejor!, que el que ély su pueblo esperaban: cómo tomó en Sus brazos a los niños, Se quedó dormido en la barca en plena tempestad, Se conmovía de compasión por las multitudes hambrientas y cansadas, y pronunciaba con amor y autoridad la palabra sanadora: ¡Effatha!, ¡Ábrete!, ¡Talitha, kumí! ¡Chiquilla, levántate!
Tenía que ser Willy Barclay el que nos hiciera ver todo esto que nos desvela aquí, porque así era él: consu voz carrasposa, que no le fue obstáculo para ser el comunicador excepcional del Evangelio por radio y televisión entre otros medios ‑¡sólo él, sordo desde niño, podía decirnos que el impedimento del habla le vendría de su sordera al que sanó Jesús en Marcos 7:31‑37! ; y en sus libros con su estilo azoriniano claro, sencillo, conversacional, natural y jamás afectado ni erudito ‑el que nostransmitiera a nosotros, las personas normales y corrientes que él amaba tanto, los recovecos y entresijos del libro más sencillo del Nuevo Testamento, que bien puede considerarse, como dice Barclay, el libro más importante del mundo.
Por todo lo dicho no es extraño que este sea el comentario preferido de muchas personas, entre ellas mi escocesita querida, cuyo criterio es para mí el de más valor.Alberto Araujo
INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO
SEGÚN SAN MARCOS
LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS
Los tres primeros evangelios, Mateo; Marcos y Lucas, se conocen como los evangelios sinópticos. La palabra sinóptico viene de dos palabras griegas que quieren decir ver juntamente; y estos tres libros se llaman los evangelios sinópticos porque se pueden colocar en columnas paralelas para ver los...
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