Comentario de texto

CAP. IV. NO HAY QUE TEMER LA MUERTE, SINO DESPRECIARLA Y ENTRE TANTO ABRAZARLA

La muerte del cuerpo, aunque disguste a muchos y asuste a la mayor parte, sin embargo, en realidad y de acuerdo con su naturaleza, no ha de ser temida, sino más bien despreciada. A veces también abrazada. Siempre ha de ser esperada atentamente y, cuando venga, ha de ser superada con fortaleza y en todo momentorecordada. También entre tanto ha de ser comprendida, pero nunca llamada. He dicho «de acuerdo con su naturaleza», porque no solo los hombres malos que salen de esta cárcel por la puerta de la muerte al patíbulo del infierno, sino también los buenos y perfectos con frecuencia en su salida, según el testimonio de San Gregorio, la temen, no por perder la vida presente llena de miserias, sino porquesaben que un poco después han de encontrar lo que debe permanecer a perpetuidad. Ahora bien, la muerte, como he dicho, no ha de ser temida por si misma, en primer lugar porque de ninguna manera puede evitarse, como dice Séneca en el libro Sobre los remedios de la fortuna: «Es necio temer lo que no se puede evitar».

INTRODUCCIÓN El texto pertenece a la “Epístola Consolatoria por la muerte de unamigo”, obra de Vicente de Beauvais que corresponde al género “consolatorio”. También podríamos decir que su narrativa es argumentativa basada en la exposición de recopilaciones de otros autores. Este género “consolatorio” nace con la cultura griega, pero se consolida como género literario en la cultura romana tras las publicaciones consolatorias de Séneca. Este género se tiene olvidado durante laAlta Edad Media, temerosa intelectualmente y poco proclive al misticismo. Renace en la Baja Edad Media con la solidez intelectual que proporcionan los debates teológicos, justamente con la aparición en 1920 de la Epístola consolatoria por la muerte de un amigo de Vicente Beauvais. Nos conduce este texto extracto de la obra, a la psique de la pérdida del miedo por causa de la muerte, y aentenderla y esperarla como si fuera lo más normal del mundo, puesto que es inevitable. Aunque sin precisión, situaremos el nacimiento del autor hacia los años noventa del siglo XII y su muerte a finales de la década de los sesenta del siglo XIII. Siendo joven se incorpora a la orden de los Dominicos, estudia en la universidad de París y cuando cuenta cerca de treinta años es enviado a Beauvais (de ahí suapelativo) para el apostolado en su Orden.

Su importancia como orador franquea los muros del convento siendo muy apreciada su predicación. A raíz de ello, el rey Luís IX de Francia se interesa por su persona convirtiéndose en mecenas de tan ilustre pensador en el mismo seno de su corte.

ANÁLISIS ● La muerte del cuerpo ha de ser: No temida, sino despreciada, y a veces abrazada. Esperadaatentamente. Superada con fortaleza y en todo momento recordada. Comprendida pero nunca llamada.

● Hombre malos y buenos temen la muerte, no por perder su mísera vida, sino porque su después será eterno. ● La muerte no debe ser temida por si misma, porque no tiene manera de evitarse Reagrupando estas ideas el autor nos quiere comunicar lo que para él y según el testimonio de San Gregoriosignifica la muerte del cuerpo y por lo tanto la perpetuidad del alma. Para la mayoría de individuos, la muerte disgusta, asusta, es temida…, pero vista de un modo “natural” no debe ser así sino despreciada y a veces abrazada. Su recuerdo (ha de ser esperada atentamente) proporcionará fortaleza para superarla; pero nunca deberemos buscarla. El temor de buenos y malos hombres, según San Gregorio no serápor lo que dejan en vida (miserias), sino porque lo que encuentren será para siempre. Séneca resume tal cual el texto leído: “es necio temer lo que no se puede evitar”.

El contenido de este extracto de la consolatoria podríamos resumirlo en una idea general, que podría ser cualquiera de estas: El hombre teme la muerte y busca su superación etérea. La muerte no ha de ser temida, bastaría con...