COMENTARIO SOBRE EL HECHO DIFERENCIAL
El filósofo y ensayista Enrique Lynch analiza el concepto de la identidad y denuncia la pretensión nacionalista de convertir el “hecho diferencial catalán” en una verdad incontrovertible. Todos conocemos que desde los comienzos del modelo Estado-nación, allídonde se proclama una nación, esa nación “sólo puede ser soberana”. Sin embargo, que hay excepciones, como Puerto Rico, lógicamente que los especialistas catalanes les complazca pensar en Cataluña, como el Puerto Rico de la Península Ibérica. En el supuesto de aprobarse el Estatuto, el “hecho diferencial” quedará como “diferencia de hecho”, y es irrelevante que más tarde esa diferencia se sancionede iure con una filigrana constitucional o con la puesta en circulación de un nuevo eufemismo, como puede ser llamar a España “nación de naciones”
Lynch agrega que cuando se reclama la condición de nación se hace acto de afirmación de soberanía, lo cual puede que sea incongruente con el actual modelo unitario de España, pero es perfectamente coherente con el tipo de autogobierno que se diseña enel proyecto de Estatuto.
Sólo una nación independiente puede investir a sus representantes de los poderes que se les atribuye en el nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña. Existe una campaña obsesiva de autoafirmación identitaria en todos los ámbitos de la vida social catalana, pública y privada, y en todos los tonos de la escala ideológica, que lleva un cuarto de siglo de iniciado y noparece que vaya a terminar nunca.
El folclore, la lengua y la historia conforman un repertorio de diferencias tanto como de semejanza, como demuestra en otro contexto el uso que se ha dado a la noción de “Hispanoamérica” y a la idea de “hispanidad”, y no justifican la voluntad de una comunidad de sostener su diferencia. Tal vez, sean usadas para encubrir el llamado “hecho diferencial” tiene unaincontrovertible intención política y de segregación.
Si visitas Cataluña, puedes encontrarte con el típico fanático irracional, o con el que piensa que todo este lío es un disparate que más vale tomarse a risa. Pero definitivamente si hay un “hecho diferencial catalán” entonces es la expresión de un sentimiento común que unas veces es consciente y otras inconscientes, pero que siempre semanifiesta por ese disgusto que causa al catalán ser confundido con un español.
El catalán que se autodefine según la pauta identitaria se comporta como un “español que no quiere serlo”, y que siempre buscará y encontrará cualquier argumento (histórico, religioso, jurídico, étnico, idiosincrásico, literario, genérico, etc. ) para demostrar que no es y no ha sido español, ni aceptará que en el futurose le confunda con el resto de los españoles.
¿Puede afirmarse un "hecho diferencial" a partir de un sentimiento negativo e intransigente expresado en un recurrente y obcecado "no quiero ser español"? Todo depende de cómo lo enfoquemos. Una parte del argumento se sostiene en la vieja admonición de Spinoza: Omnis determinatio est negatio, sólo que en el caso del "hecho diferencial catalán" seaplica al revés.
Primero se niega y después se afirma algo, y otros se ampara en el manoseado concepto de identidad. Por ello al recurrir al DRAE se encuentra la siguiente definición: “Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”. En una segunda acepción, sugiere que se trata de la “conciencia que una persona tiene de ser ellamisma y distinta a las demás” Esta definición convalida los argumentos catalanistas con un típico razonamiento circular: ¿Qué es identidad? Los rasgos que me caracterizan frente a los demás, pero como estos rasgos me son dictados por la conciencia de mí mismo, mi autoconciencia es mi diferencia respecto de los demás.
El Webster brinda dos acepciones, una sociológica: “La condición de ser lo...
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