Comentario sobre el libro la tierra cambia de piel

PALABRAS PRONUNCIADAS POR CARLOS RODADO NORIEGA EN EL FORO “OTRA VISIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA”, EN LA UNIVERSIDAD EAFIT DE MEDELLÍN, EL DÍA 20 DE OCTUBRE DE 2006.

En primer lugar, quiero agradecerles a los organizadores de este evento y de manera muy especial al Director Ejecutivo de Proantioquia, Juan Sebastián Betancur, la invitación que me han formulado para compartir con ustedes algunasreflexiones sobre un tema de importancia crucial para los seres humanos: su calidad de vida. El nombre sugestivo que se le ha colocado a este evento es una invitación para analizar nuevas aristas de un asunto que debe ser objeto de un análisis serio por parte de gobernantes, académicos, empresarios y de preocupación permanente por todas las criaturas que respiran y piensan en el planeta tierra. Encompañía de mi esposa, Elizabeth Grijalba, escribimos un libro titulado: “La tierra cambia de piel. Una visión integral de la calidad de vida”. Tengo la convicción que algunas de las ideas que allí se consignan pueden resultar muy pertinentes para el propósito de este foro. Abordaré de manera sucinta algunos de los elementos conceptuales y filosóficos de la calidad de vida, empezando desde luegopor las razones que movieron nuestra curiosidad inquisitiva sobre este apasionante asunto. En la parte final me referiré al índice propuesto para medir la calidad de vida de un conglomerado humano, analizando con más detalle sus componentes y presentando algunos de los resultados y conclusiones derivados de las cuantificaciones correspondientes a un grupo muy diverso de países. Durante veinticincoaños, mi esposa ha trabajado para crear conciencia sobre la importancia de cuidar y proteger el ambiente y ha adelantado campañas para educar a los colombianos en el uso racional de los recursos naturales. La de ella, no ha sido una acción frívola por la ecología, materia de la que muy pocos hablaban hace décadas, sino una preocupación sentida y permanente por la calidad de vida. Efectivamente, esavocación la llevó a convertir las pláticas familiares en una coyuntura propicia para dialogar sobre el bienestar humano. De ese ejercicio hogareño, de intercambio de opiniones, surgieron interrogantes de este tenor: ¿cuáles son las dimensiones que abarcan un buen vivir o qué factores conspiran contra una buena calidad de vida? ¿Hacia dónde nos conduce el patrón de vida que llevamos? ¿Cómo influyela acción pública en nuestro bienestar? ¿Por qué el acelerado progreso material que vemos por doquier no colma las aspiraciones y anhelos de muchos seres humanos? ¿Por qué la abundancia de bienes producidos no ha contribuido a zanjar las desigualdades y en no pocos casos acaba profundizándolas? ¿Cómo disminuir los conflictos entre las personas o entre los pueblos? El deseo de encontrar algunarespuesta a esos interrogantes se convirtió en un acicate espiritual que nos impulsó a investigar sobre todo lo que tuviera que ver con el bienestar. Al principio nos sentimos literalmente abrumados por la vastedad de un tema que abarca y comprende tantos aspectos y dimensiones como los que uno pudiera encontrar en el propio ser humano. Desde tiempos muy remotos, sabios, sacerdotes y filósofos hanindagado sobre la naturaleza y la esencia de la felicidad y cuál es la actitud y el comportamiento que nos conduce a ella. Aristóteles hablaba en su época de la felicidad como el bien supremo o fin último al que apuntan todos los actos o fines intermedios de la vida. El Libertador Simón Bolívar, imbuido por las ideas de la Francia revolucionaria y por el pensamiento

de Thomas Jefferson, en laCarta de Jamaica, en 1815, se refería al “instinto que tienen todos los hombres de aspirar a su mejor felicidad posible”. Y en el discurso que pronunció ante el Congreso de Angostura, en 1819, sostuvo: “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”. La felicidad a la que se refería...