Comentario Sobre Las Confesiones De San Agustin

Voy a comentar el libro segundo del libro de las Confesiones de San Agustín que trata sobre la adolescencia, combinando algunos comentarios con la experiencia de algunos años en mi trabajo con adolescentes.

En el primer capítulo descubro una gran sabiduría de Agustín al decir que quiere recordar las fealdades pasadas para amar más a Dios porque creo que es una experiencia humana el considerarel amor de Dios en relación a nuestra propia miseria y porque nos sitúa delante de Dios por lo que somos, creaturas limitadas y necesitadas de Él. Dios quiere que nos sintamos pobres y limitados para hacernos sentir su necesidad y cercanía.

Me surge una actitud de comprensión ante los adolescentes que pretenden comerse el mundo y quieren experimentar todo y que no creen necesitar a Dios, peroque son capaces de llorar, de emocionarse ante una injusticia, ante un éxito en su vida, ante la muestra de cariño de otra persona. Me hace pensar en ese adolescente que, mostrándose seguro en sus actitudes y opiniones, intenta subir una pared haciendo escalada y, al sentirse sin fuerzas y dependiendo de una cuerda, acude al instructor para que le asegure que no le pasará nada al bajar.Cuando habla San Agustín de que ¨se abrasaba por hartarse en cosas bajas y osó convertirse en un matorral de varios y sombríos amores¨ (1) no puedo dejar de pensar en la experiencia de muchos adolescentes y de muchos de nosotros que, buscando experimentar la felicidad en tantas cosas, podemos estar buscándola donde no existe, experimentando un gran vacío como el de San Agustín.

El segundo capítulome hace pensar en cuando el alma se aleja de Dios llevada por sus pasiones. El dolor y la sed de San Agustín de experimentar el auténtico amor está en todo ser humano y surgen del fondo del corazón de toda persona porque todos estamos llamados, como dice San Agustín a ¨amar y ser amados¨ (2).
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Me gustaría resaltar cómo San Agustín experimenta la lejanía, o incluso el silencio de Dios,que le abandona a sus pasiones, hasta el punto de decir que se ha vuelto sordo, ¨castigo de la soberbia de mi alma¨ (3). Muchos jóvenes, y no tan jóvenes, experimentan ese silencio de Dios del que habla San Agustín ¨Vos callabais¨ (4). En realidad ese silencio de Dios es la hartura de otras cosas que van llenando el corazón y que no permiten escucharle.


Quiero detenerme en la quejaamarga que sale de su corazón cuando lamenta no haber tenido a nadie que le ayudase a ¨usar rectamente de las fugaces hermosuras…o que cuidaran de recogerme…solamente cuidaron de que aprendiese a pronunciar los más bellos discursos¨ (5). En realidad está echando de menos la auténtica amistad que no busca aprovecharse de las cualidades del otro, sino que busca el bien del otro. Al inicio del capítulohabla de que no ¨guardaba la mesura, de alma a alma, que marcan los senderos luminosos de la amistad¨ (6). Todos necesitamos de una compañía en el camino de la vida que nos ayude a no desviarnos. Espiritualmente hablando esta amistad podría entenderse como la amistad con Dios.

Al inicio del capítulo tercero relata cómo su padre le manda a estudiar pero parece no preocuparse para nada de cómo vacreciendo de cara a Dios. Este comentario me da pié para reflexionar en el hecho de que muchos padres se empeñan en dar una buena educación a sus hijos olvidando quizás lo más importante: que sus hijos crezcan en su amor a Dios. Algunos incluso llegarían a incitar a cometer pecado a sus hijos, tal como queda recogido por el mismo San Agustín hablando de su padre.

En este capítulo se mencionatambién la idea de evitar ser menospreciado por los demás evitando ser casto. Habla incluso de que, en ocasiones, mentía sobre cosas que no hacía para que no le despreciaran por ser más inocente que sus amigos.

Me llama la atención que identifica la Voluntad de Dios con los consejos de su madre, que eran como la voz de su conciencia y, a los cuales, no hacía caso. Se lamenta de que Dios...