Comentario a Gaudium Et Spes, 22

Comentar GS 22: “En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación”.

Tratar deelaborar un comentario a la afirmación conciliar con toda profundidad sería tanto como compendiar toda el saber teológico en unas pocas líneas, así que habremos de conformarnos con acercarnos a un intento de articulación sobre el misterio del hombre a la luz del misterio de Cristo, tal como está indicado en este número del Magisterio, pues a la luz del misterio de Cristo se resuelve y se muestra enprimicia el plan de Dios para el hombre plenamente realizado, ese mismo plan que desde la creación movió a Dios a crear todo de la nada según este orden escondido en las entrañas de nuestro Padre desde toda la eternidad.

La afirmación de Adán como figura de Cristo nos revela la mediación de Cristo en el misterio de la creación. Este teologumenon revela la sublimidad de la vocación del hombrecreado en Cristo destinado a una vocación sobrenatural que resalta de modo adecuado el primado de la gracia en la obra de la salvación de Dios, gracia que es fundamento de la libertad humana creada para ser realizada en la libertad humana del Verbo Encarnado donde el drama y la condición excéntrica de la vida del hombre se resuelven en el evento histórico “Cristo”, así como las polaridades fruto dela imagen de Dios en el propio hombre quedan estabilizadas, es sí, sin ser suprimidas en la condición del hombre justificado que anticipa la condición de la glorificación. Por tanto habremos de desgranar las afirmaciones esenciales de la antropología teológica condensadas en esta introducción partiendo de la experiencia del hombre histórico y pecador que ha sido rescatado para ser insertado en elmisterio de la Iglesia y vivir la vida de la gracia, disfrutando de la realización del plan escondido desde toda la eternidad en el corazón del Padre de hacernos mediante el Espíritu Santo hijos adoptivos en Cristo, Hijo del Padre en el seno de la vida intratrinitaria. Dios nos ha abierto su corazón y nos ha invitado a su intimidad de vida y amor, de tal modo no podremos obviar en la exposición elpapel de toda la Trinidad en su obrar ad extra, tanto en la creación, redención como glorificación.

Quedan planteadas en estas afirmaciones diversas cuestiones que habría que desarrollar extensamente acerca de la creación del hombre en el designio del Dios Unitrino. La primera cuestión, que es fundante de la postura acerca de la antropología teológica es la cuestión del fin del hombre, ensegundo lugar desarrollaremos el acto creador del Dios Trino, la creación a imagen y semejanza de Dios del hombre en Cristo, la condición originaria en santidad y justicia en la que fue creado y el drama del pecado original. Todos estos temas iluminan la situación del hombre histórico y lo abren a la redención de Cristo y la vida de la gracia en perenne tensión hacia la realización escatológica.Experiencialmente el hombre encuentra en su existencia una fractura entre su naturaleza y su destino, fractura que su propia libertad no puede superar. A pesar de las heridas del pecado original en el intelecto, voluntad y apetitos descubre una ley escrita en su corazón que lo empuja al amor y la justicia y que de por si no puede realizar. Se trata de la ley natural que en nuestra sociedad actualtiene su expresión en los Derechos Humanos, no concedidos por las Naciones Unidas sino reconocidos por la inteligencia del hombre, y por estos. Además encuentra el hombre en si un ansia de plenitud que radica en su vocación sobrenatural a la vida divina como hijos adoptivos del Padre en Cristo por el Espíritu que lo confina a una existencia excéntrica que se resuelve en el acontecimiento...