Comentario A Un Planeta Imaginario

Gray, J. M., 2004. Geodiversity: valuing and conserving abiotic nature, John Wiley and Sons, London, 434 p.
A partir del artículo reseñado en la anterior cita bibliográfica, se nos hace unainvitación a imaginar un planeta perfecto, tanto, que estaría compuesto solo de un único mineral, sus formas serían perfectas y su variedad inexistente, ni en lo físico, ni en lo geológico, ni en lo biológico.De ahí el autor nos extrapola a la visión que los medievales y renacentistas tenían del para ellos “mundo perfecto”, en el que no existiría cadena montañosa ni desnivel alguno, consistiendo este enuna magnífica y perfecta esfera, aquella que según ellos Dios se empeñó en crear saliéndole mal la jugada, dando como resultado este planeta, horrendo para aquel pensamiento de antaño. No obstante,recalca lo aburrido que sería tener, en vez de nuestro planeta, esa invariable y perfecta esfera, cuestionando incluso nuestra existencia en esa yerma extensión y la de cualquier forma de vida.
Desde mipunto de vista, con este artículo, no se nos hace sino una sutil alegoría, una como yo diría vaga pero cierta profecía del rumbo que está llevando nuestro planeta gracias a nuestro proceder: elcrecimiento imparable de las junglas de asfalto, la contaminación indiscriminada, la explotación exponencial de los recursos naturales, el desmonte sistemático del paisaje natural en nombre de un biencomún, que más bien es el de unos pocos y que tiene como único objetivo el beneficio económico, ese auténtico mal que parece que es el único que hace girar el mundo. Parece que esa mentalidadmedievo-renacentista se ha instalado en la mentalidad del hombre de hoy, que todo lo que no está transformado a la estética del hormigón o al servicio del capital es feo, innecesario, irrelevante, dejando solocabida en la ciudad al verde propio de arboledas de grandes avenidas y jardines, con un gusto exagerado por la línea recta que tanto desprecia la madre naturaleza.
Tal vez deberíamos recordar que...