Comentario

COMENTARIO
SOY EL DUEÑO DEL RIO, YO DECIDO QUIEN VA Y VIENE POR LA PLAYA.
Este fin de semana me encontré frente a una situación que me hiso pensar…
Unos extranjeros llegaron, muy contentos a laplaya del club privado, se instalaron; buscaron unos sillones y muy tranquilos observaban entre charla y charla el rio Paraná que por cierto el paisaje se prestaba para el disfrute total. De inmediatoapareció un hombre, encargado del sector privado de la playa y les pidió amablemente que se retirasen de las instalaciones.
En la Constitución Nacional existe el artículo llamado Camino de Sirga, ElCamino de la Sirga es el concepto jurídico establecido en el Código Civil que establece que cualquier propietario ribereño, sea el Estado o un particular, está “obligado” a dejar una calle pública de35 metros de ancho a lo largo del río. En la actualidad y está muy calentito el tema por estas horas, se acorto la distancia del camino de sirga.
¿De qué estamos hablando? Que esos 35 metros que eranpara que toda la sociedad pueda acceder a la ribera, ahora sólo son 15 metros. Y no sólo eso, en Paraná es claro que los clubes no cumplen con este código civil, tanto que ningún ciudadano decualquier lugar del mundo puede acceder a las playas privadas sin pagar una cuota societaria.
A través del artículo 1974 se dispuso que los “propietarios colindantes con cualquiera de las orillas de loscauses o sus riberas deberán dejar libre un terrero de 15 metros…”
Más allá lejos está de ofrecer el acceso público a lo largo de todos los cursos de agua: privados se apropiaron de las costas y hastamunicipios cobran entradas para su acceso, en una especie de peaje indebido.
En este caso mi relato comienza hablando de 2 personas extranjeras echadas de las playas del Rio Paraná por no sersocias. Pero la problemática es compleja y aún más triste en muchos lugares del país.
Hace un tiempo se difundió la denuncia presentada ante la Defensora del Pueblo de la Nación contra las alambradas...