comentarios de la homilía de Cipria
Páginas: 2 (299 palabras)
Publicado: 14 de agosto de 2013
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Hablar de leyes, de unidad nacional, de libertinaje; denunciar los temperamentos débiles y temerosos de las autoridades; invocar el imperio de la ley: Sin rencores niresentimientos, sin ideologías clasistas, sin autoridades regionales rebeldes a los poderes del Estado; descubrir la desnaturalización de los valores y la supremacía de la dictadura mediática;todo ello desde el histórico púlpito catedralicio, ante lo más selecto de la representación nacional, y con audiencia dentro y fuera de nuestras fronteras, sólo puede hacerlo quien goza deinspiración divina, autoridad moral y predicamento sin igual. En otras palabras, es obra de un espíritu superior.
El Eminentísimo Señor Cardenal Juan Luís Cipriani, Arzobispo de Lima yPrimado del Perú, simplemente estuvo brillante. Su homilía del Día de la Patria, es una pieza oratoria ejemplar, por su prosa clara, sencilla y directa, ausente de retórica y pródiga encitas bíblicas y pensamientos de eminentes religiosos e intelectuales. Lo es también, en sumo grado, por la profundidad y la unidad del pensamiento singular que lo inspira, y lo que másaprecio en él, es su valor y su inconmovible convicción para sostener en el tiempo, una postura clerical sin matices, frente a la doble moral y al cinismo de los porta estandartes de posturasideológicas desfasadas en el tiempo, que cegados por el odio, la mezquindad y la venganza, desconocen el noble papel que desempeñaron las FF.AA y la PNP en la pacificación nacional. Sonquienes predican violencia los que se oponen a la unidad entre todos los peruanos.
Cristo es amor y el amor es paz, perdón y reconciliación; es hermandad y solidaridad, es trabajoconjunto. Nuestra fuerza debe ser la unidad. " Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido, y una casa dividida en facciones camina a su ruina. San Lucas, XI, 17 ".
Corvino
Hablar de leyes, de unidad nacional, de libertinaje; denunciar los temperamentos débiles y temerosos de las autoridades; invocar el imperio de la ley: Sin rencores niresentimientos, sin ideologías clasistas, sin autoridades regionales rebeldes a los poderes del Estado; descubrir la desnaturalización de los valores y la supremacía de la dictadura mediática;todo ello desde el histórico púlpito catedralicio, ante lo más selecto de la representación nacional, y con audiencia dentro y fuera de nuestras fronteras, sólo puede hacerlo quien goza deinspiración divina, autoridad moral y predicamento sin igual. En otras palabras, es obra de un espíritu superior.
El Eminentísimo Señor Cardenal Juan Luís Cipriani, Arzobispo de Lima yPrimado del Perú, simplemente estuvo brillante. Su homilía del Día de la Patria, es una pieza oratoria ejemplar, por su prosa clara, sencilla y directa, ausente de retórica y pródiga encitas bíblicas y pensamientos de eminentes religiosos e intelectuales. Lo es también, en sumo grado, por la profundidad y la unidad del pensamiento singular que lo inspira, y lo que másaprecio en él, es su valor y su inconmovible convicción para sostener en el tiempo, una postura clerical sin matices, frente a la doble moral y al cinismo de los porta estandartes de posturasideológicas desfasadas en el tiempo, que cegados por el odio, la mezquindad y la venganza, desconocen el noble papel que desempeñaron las FF.AA y la PNP en la pacificación nacional. Sonquienes predican violencia los que se oponen a la unidad entre todos los peruanos.
Cristo es amor y el amor es paz, perdón y reconciliación; es hermandad y solidaridad, es trabajoconjunto. Nuestra fuerza debe ser la unidad. " Todo reino dividido en partidos contrarios quedará destruido, y una casa dividida en facciones camina a su ruina. San Lucas, XI, 17 ".
Corvino
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