COMENTARIOS A PEDAGOGIA MOVILIZACION
El ensayo Pedagogía de la movilización: Para una cultura de la solidaridad, del maestro Ángel Pichardo Almonte, constituye un motivo de alegría, de esperanza y de renovación de fuerzas para continuar los esfuerzos que en diversos escenarios realizan una pluralidad de actores y actoras por la construcción de un sistema educativo diametralmentediferente al que existe.
En mi trabajo como profesor en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo -INTEC- y en la Universidad Autónoma de Santo Domingo –UASD-, he podido constatar que las y los estudiantes, tanto los que provienen de las capas medias de la sociedad, en el caso de INTEC, como los de origen pobre, en el caso de la UASD, no poseen las informaciones ni las habilidades analíticas queestán supuestos a tener al salir del nivel medio del sistema educativo.
En relación con la construcción de conocimientos científicos, las y los estudiantes dominicanos carecen, con honrosas excepciones, de una mínima capacidad para analizar los fenómenos naturales y sociales en todas sus partes y dimensiones constitutivas, es decir, para establecer las causas y la relación causas-efectos dedichos fenómenos. Cuando se problematiza un tema, por lo común las y los estudiantes tienden a dar respuestas memorísticas de los fragmentados recuerdos que les queda de los textos y de las exposiciones de profesores y profesoras.
Es que no enseñamos a usar la razón ni a sistematizar los resultados de las experiencias, por lo cual predominan aún los métodos memorísticos. Lo que revela un problemade calidad de la educación formal dominicana.
La construcción de conocimientos científicos, que se supone es lo que hacemos en los diferentes niveles del sistema educativo formal, está totalmente desvinculada de los problemas económicos, políticos y sociales que se desarrollan en el Estado y la sociedad. Las y los estudiantes ignoran situaciones y fenómenos sociales tan simples como los quetienen lugar en sus familias y en el entorno de sus hogares. Desconocen todo lo relacionado con el mundo de la economía doméstica: precios de los bienes y servicios de uso cotidiano, inflación, costo de la canasta básica, impuestos y otros, ni la relación de todos esos asuntos con los ingresos familiares.
Las y los estudiantes carecen de la capacidad para analizar las significativas disparidadesque siempre hay en sus casas entre ingresos y gastos, o para encontrarles otro sentido que no sea el de la “buena” o “mala” suerte, o los designio de Dios, cuando en la familia no hay posibilidad de cubrir los gastos en educación de las y los hijos, o para devolver la salud a cualquier miembro de la familia que enferme.
Las y los estudiantes que han pasado por las aulas en que me ha tocadofacilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje tampoco han tenido un mínimo de orientación que les permita establecer algún tipo de conexión entre ser humano y naturaleza. He podido comprobar incluso que la gran mayoría de ellas y ellos tienen poca información y conciencia sobre los derechos de las personas, salvo una reducida minoría que ha recibido en el hogar una sensibilización al respecto, o que enlos años que lleva en el proceso de enseñanza-aprendizaje se ha encontrado con profesoras y profesores que al margen de los programas y los contenidos curriculares desarrollan en las aulas lo que podríamos denominar procesos educativos alternativos.
Es claro entonces que la manera de construir conocimientos científicos del sistema educativo es muy cuestionable, pues sigue reforzando la tradicióny el sentido común que en los hogares se transmiten de generación en generación sin ningún sentido ni actitud crítica, lo que no solo reproduce la carga de prejuicios, mitos, falsedad y otros lastres que ha impuesto la clase dominante a la sociedad dominicana, sino que también da vigencia y reproduce el sistema político de dominación y opresión que hemos tenido desde antes del nacimiento de la...
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