Comercio
(Revista Dinero 333, septiembre 4 de 2009)
Con la recuperación de la economía global, va quedando claro que el dólar será una moneda débil y la revaluación del peso continuará. Las empresas deben evaluar su viabilidad y hacer ajustes. Las ayudas directas del gobierno no son opción.
Si alguien revisara los titulares de la prensa en Colombia, podría llegar fácilmente ados conclusiones sobre la revaluación del peso. Primero, la revaluación es un enemigo agazapado que atenta contra la supervivencia de los sectores exportadores y los convierte en víctimas de un fenómeno que no pueden controlar. Segundo, la responsabilidad por la salvación de estos sectores y los puestos de trabajo que ellos generan recae en el Gobierno.
Los titulares hablan por sí solos:"Revaluación amenaza el empleo: textiles y confecciones dicen que sus empresas no son viables"; "La revaluación marchita las flores"; "Cafeteros esperan un alivio para la revaluación"; "A gritos, los textileros llaman a la devaluación"; "La revaluación sigue causando estragos: súplicas al Emisor"; "Uribe promete solución a floricultores por revaluación".
Sin embargo, antes de comprometer cuantiososrecursos de los contribuyentes en subsidios para las empresas exportadoras, vale la pena considerar qué está ocurriendo en la relación entre el peso y el dólar. Los clamores por ayudas del Gobierno suponen que la revaluación del peso es un evento transitorio y estas servirían para pasar un mal momento, mientras las cosas vuelven a la normalidad. Sin embargo, todo parece indicar que la revaluaciónvivida desde marzo de este año no es temporal y que los años venideros se caracterizarán por un dólar débil y un peso colombiano fuerte. No es un evento transitorio ni aislado, sino una característica del modelo de inserción de Colombia en la economía global.
Si eso es así, el problema de los exportadores no se va a resolver con ayudas temporales del Gobierno, se requerirían además cambiosestructurales en la productividad y la competitividad de las empresas. Las ayudas oficiales solamente dilatarían por un breve periodo unos resultados que de todas formas van a venir. Es más, las ayudas podrían contribuir a evitar que estas empresas tomen los correctivos que deben adoptar.
La revaluación no es pasajera
Saber si la revaluación es temporal o de largo plazo es central para entenderhacia dónde va la economía colombiana y hacia dónde las empresas.
La evolución de la tasa de cambio real desde la apertura económica presenta tres periodos. Entre 1992 y 1998 se presentó una revaluación real. Luego, entre 1999 y 2003, tuvimos devaluación real. Finalmente, la tendencia a partir de 2003 ha sido de nuevo hacia la revaluación, si bien a finales de 2008 la tendencia se invirtió porun breve periodo (ver gráfico p.33). ¿Cuál de estos periodos refleja mejor una tendencia de largo plazo?
En realidad, sería difícil no observar que el periodo 1999-2003 es una desviación frente a una tendencia de largo plazo de la economía colombiana. En esos años tuvimos la mayor crisis del Siglo XX, con un drástico déficit en la cuenta corriente. En los otros dos periodos que aparecen en elgráfico, dominaron unas condiciones que hoy pueden considerarse como las normales en el contexto global en el que nos movemos. Han sido periodos caracterizados por la abundancia de capitales internacionales y sustanciales entradas de inversión extranjera y remesas a Colombia.
En la etapa más reciente, a partir del 11 de febrero de 2003, momento en el que el dólar se ubicó en su máximo histórico de$2.969, la apreciación del peso se ha consolidado. Es cierto que dentro de esta etapa se presentaron dos episodios de devaluación, entre marzo y junio de 2006, como consecuencia de la incertidumbre que generó la reelección presidencial, y entre septiembre de 2008 y febrero de este año, debido a la crisis financiera global. Muchos empresarios colombianos interpretaron la depreciación que vino...
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