Como Ayudar Al Joven Caido
Muchos líderes conocen poco la trágica realidad de la juventud; se han expresado públicamente y en privado con actitudes que hacen que el joven nunca se acerque a ellos para confesar y ser restaurado. ¿Cómo ayudar, prácticamente, cuando alguien ya ha caído y necesita ayuda pastoral’
“Estoy embarazada”, dijo Susana a su padre, un conocido lídercristiano de su ciudad.
También Rodrigo, el presidente de jóvenes de una iglesia importante, se acerca a los ancianos y confiesa llorando que ha caído con una prostituta y que no encuentra alivio ni perdón a su culpa. .
¿Cómo podemos ayudar a estos jóvenes que representan, estimadamente, una tercera parte de nuestros jóvenes?
María, con lágrimas, cuenta que su novio y sufamilia la hicieron abortar cuando descubrieron su embarazo. Ahora, meses después, vive llorando.
Para poder ayudarlos, hay tres partes vitales para entender: 1). Mi rol como consejero; 2)- Cómo ayudar a la persona a resolver o sobrellevar los resultados del pecado y 3)- Cómo ayudar a la persona a resolver las causas de su pecado (por qué pecó).
Ml CONDUCTA COMO CONSEJEROMuchos líderes conocen poco la trágica realidad de la juventud; se han expresado públicamente y en privado con actitudes que hacen que el joven nunca se acerque a ellos para confesar y ser restaurado. Como la gente de mala vida no se acercó a los fariseos sino a Jesús, igualmente hay muchos que no se acercan a los “expertos” y “santos” porque sólo encuentran rechazo, condenación y retos. Podemostomar la posición farisaica de señalarlos y decir que nunca deberían haber caído, pero si bien es verdad no resuelve la realidad.
Si pretendemos que Dios nos use para sanar a los caídos y golpeados, hay ciertas actitudes que debemos cultivar sólo después de esto veremos frutos permanentes de nuestro trabajo en este tipo de problemas:
Su actitud pública y privada determinarácuántas personas vendrán a usted con estos problemas. Los que han caído se sienten juzgados, culpables, y no están buscando un juez sino un doctor. Buscan compasión, aceite para la herida, no un ‘palo en la cabeza”. No es que esté bien el pecado, la gran mayoría de ellos ya lo saben; no necesitan que otra persona les diga eso sino de alguien a quien ellos puedan confesar su mal y ser guiados a larestauración.
Misericordia y compasión necesitan fluir del Espíritu a través de nuestra vida y de nuestras palabras. Eso es fundamental para que la gente se acerque.
Hay que escuchar y preguntar, sin apurar ni avergonzar a la persona que se ha acercado. La mayoría de las personas abren lentamente sus vidas a otros, probando paso por paso si están siendo entendidas y comprendidas. Lamayoría de nosotros queremos hablar antes que hemos escuchado toda la historia, y es allí cuando la otra persona se cierra antes de llegar al gran peso de su alma. Evite todo consejo hasta que usted realmente haya comprendido lo que pasó, por qué pasó, cuáles han sido los resultados, qué ha sido hecho y por qué, etc.
Dar tiempo a la persona para lamentar, llorar y expresar su pesar. Esmuy importante para la persona expresar su dolor, así como el saber que usted también siente su dolor. Nunca trate de consolarlo en medio de las lágrimas con “cuchés” espirituales como: ‘Todos somos imperfectos”, ‘Todos hemos caído en algo”, ‘Todo va a salir bien”, etc. Son los consuelos del necio, el sabio dejará a la persona resolverlo. Observe Santiago 4.9,10: “Afligíos, lamentad y llorad; quevuestra risa se tome en llanto y vuestro gozo en tristeza. Humillaos en la presencia del Señor y El os exaltará”. La persona que no se lamenta y aflige por su pecado no encontrará el perdón y exaltación del Señor.
Mantener la confianza de la persona. Conozco muchos casos donde un joven ha confesado su pecado a su pastor y después el domingo ha recibido un “palo” a través del sermón....
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