como el agua y el aceite
Indio. La palabra se la habían lanzado muchas veces al rostro como insulto. Pero ahora, pronunciada por uno que era de la misma raza de Pedro, servía para establecer una distancia, para apartar a los que estaban unidos desde la raíz. Fue ésta la primera experiencia que de la soledad tuvo Winiktón
y no pudo sufrirla sin remordimiento.
Como el agua y el aceiteA diferencia de la novela de la Revolución que busca idealizar la figura del indígena, la casi década comprendida entre 1948 y 1962 resulta particularmente relevante en términos literarios pues se genera el Ciclo de Chiapas. Entre las piezas que lo conforman podemos mencionar: Juan Pérez Jolote (1948) de Ricardo Pozas; El callado dolor de los tzotziles (1949) de Román Rubín; Los hombresverdaderos (1959) de Carlos Antonio Castro; Benzulul (1959) de Heraclio Zepeda, La culebra tapó el río (1962) de María Lombardo de Caso, Balún Canan (1957), Ciudad Real (1960) y Oficio de Tinieblas (1962) de Rosario Castellanos. El común denominador de este grupo de escritores es el análisis y la denuncia de una situación de despojo y opresión extrema, así como el enfrentamiento entre la culturamesoamericana y la occidental.
Hoy, a más de cincuenta años de distancia, cabe preguntar sobre la vigencia de estos planteamientos; en particular, en la obra de Rosario Castellanos. Esa carga política que asumió la autora en sus textos, ¿aún es válida en nuestros días? La respuesta, me parece, es afirmativa. Sus libros, con el tiempo, han adquirido un valor testimonial que permite entender los problemasde comunicación, aún vivos, entre indígenas y no indígenas, resultado del rechazo y la intolerancia hacia una cultura diferente a la propia, de la incapacidad para establecer un diálogo intercultural en un país en el que aún perviven más de sesenta y dos pueblos indígenas, estigmatizados como inferiores sólo por sus diferencias culturales y raciales, y que representan aproximadamente el diez porciento de la población mexicana.
Rosario Castellanos (México, 1925-1974) vivió en el estado de Chiapas durante su infancia y, posteriormente, de 1956 a 1961, trabajó primero en el Centro Coordinador Indigenista Tzeltal-Tzotzil de San Cristóbal de las Casas y, después, en las oficinas centrales del Instituto Nacional Indigenista en la ciudad de México. Su contacto con la población indígena, suexperiencia laboral y su consternación frente a las condiciones de vida de tzeltales y tzotziles se refleja con claridad en sus novelas Balún Canan y Oficio de Tinieblas, así como en su compilación de cuentos Ciudad Real.
De entrada, los títulos de estas tres obras resultan interesantes por las connotaciones que implican. Balún Canan significa los nueve guardianes en lengua maya y hace referenciaa los cerros que rodean la ciudad de Comitán donde la autora vivió su infancia en estrecha convivencia con su nana tzeltal; Oficio de Tinieblas es el nombre de una ceremonia que se realiza el miércoles santo al caer la tarde y que presenta todas las características de las exequias: el altar desnudo, las imágenes cubiertas; salvo la tenue luz de los cirios, la iglesia se mantiene en absolutaoscuridad, sólo se escuchan responsorios fúnebres y de lamentación. Por último, desde la época colonial hasta principios del Porfiriato, Ciudad Real fue el nombre de la capital de la provincia de Las Chiapas, hoy San Cristóbal de las Casas y que se ubica, definitivamente, en el corazón de una región indígena.
En estas obras, Rosario Castellanos plantea las dificultades para establecer contacto entredos mundos antagónicos; describe formas de relación asimétrica aceptadas por ambas partes; y pone al desnudo cómo los individuos pueden interiorizar la opresión y volverse cómplices de su propia situación en el vivir cotidiano.
Los personajes de Castellanos actúan con las paradojas propias de cualquier ser humano; pero, a la vez, responden a un estado de cosas que se mantiene porque así ‘ha...
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