Como El Grupo Malpaís Se Conviertió En Patrimonio Cultural Para La Sociedad Costarricense

Ya no sé si voy o estoy de vuelta.

Alrededor del concepto de patrimonio cultural tangible o intangible se desarrollan múltiples teorías y una infinidad de ejemplos. No falta la tortilla de maíz como ejemplo gastronómico, ni la romería a “la negrita” como un intangible de la fe, y está de más el “mae” o el “pura vida” que todo el mundo sabe que son vocablos ticos. Pero en el argotacadémico sobran ensayos y faltan canciones. Y es que la globalización justamente incide en desculturalizar; desde la comunicación publicitaria hasta los principios del mercadeo empresarial, la premisa principal es lo homogéneo, y de vez en cuando se estratifica para encontrar las poblaciones a las cuales venderle lo mismo, a veces por edad, a veces por genero y a veces por estrato social. La radiocomercial está plagada de canciones repetidas, la televisión abunda en persecuciones policíacas, en figuras femeninas esbeltas y en machos alfa. El periódico insiste en mostrarnos la corrupción, las noticias amarillistas y la ingobernabilidad. Pero en la vida diaria y cotidiana, uno de los más sólidos anclajes identitarios, es justamente la práctica permanente del patrimonio cultural. Desde cómo noshacen las trenzas las abuelas a como se cocina el gallo pinto, desde la navidad que huele a tamal y a vientos de diciembre hasta la chota cotidiana con que se celebran las torpezas de los amigos. El “aló” con el que se contesta el teléfono, el “ahorita” con el que se dice hasta nunca, el “suave” con el que se sugiere que la prisa no existe y en fin, esa enorme cantidad de letras del alfabeto denuestra identidad.

El arte es un espejo, sobre todo cuando es un buen arte. A veces el arte, en su mejor dimensión, también es una bofetada. El arte de verdad, tarde o temprano es reflexivo, habla de uno mismo, de nosotros mismos. Lo encontramos en el grafiti que en los muros de la asamblea formula demandas con un grito de libertad sofocado por la prisa de la escritura, lo encontramos en los lienzosa punta de grabado o de cincel, en la escultura, en las retahílas, en las concherías, en los versos impresos a pulso de Jorge de Bravo, pero todos ellos son figuras fijas, están ahí como fotografía del tiempo, hablan de su tiempo y de su espacio, pero el arte, como el ser humano, está vivo, surge más allá de ministerios, presupuestos o empresarios, y el arte de verdad, es patrimonio. Es la únicaforma que nos refiere, que nos refleja en dónde nos vemos, y en donde todos de alguna manera somos uno.

Es por esto que este trabajo coincide con un suceso que es el cierre de un paréntesis, la última palabra de una historia. Tal vez, como dice también el dicho popular “el principio de otra historia” y es que si queremos hablar de patrimonio, y sobre todo de patrimonio intangible, hoy tenemosque hablar de la poesía cantada por todos aquellos que encontramos nuestra idiosincrasia en la obra de Fidel Gamboa musicalizada por Malpaís. Es tan así, que el mejor trabajo sería poner el disco, cerrar los ojos y volar con sus canciones, pero puesto que en la definición técnica de un ensayo eso no es posible, me voy a delimitar a la poesía que, como obra de arte, ha logrado ser un himno colectivocon bases musicales, tradicionales y además en el más legítimo discurso musical latinoamericano.

Malpaís habla de los ticos para Latinoamérica, pero también nos habla a nosotros de nosotros, además habla con nuestras palabras, con nuestra música, con nuestro estilo, habla del día a día, cuenta de dónde venimos, también un poco lo que somos y lo que fuimos, y transcurre entre el vals, eltanguito, la bossa, el punto guanacasteco, el blues, el bolero, la salsa y el merengue, transgrediendo las fronteras y abriendo un canal latinoamericano, en donde la música y las palabras confluyen con los olores y los sabores.

Malpaís es un fenómeno que logró unir a tres generaciones. En estos días se lamenta la despedida de Malpaís pero también se celebra su obra. Y como suele pasar en el arte,...