Como Encaran Las Cooperativas La Crisis
Páginas: 21 (5063 palabras)
Publicado: 13 de julio de 2011
LA CRISIS ECONOMICA Y SU IMPACTO EN EL MARCO DE LAS RELACIONES LABORALES: LA RESPUESTA DE LAS COOPERATIVAS COMO TERCERA VIA
1. CONTEXTO
La crisis es un hecho incuestionable. A diferencia de crisis anteriores, la globalización es un factor que la hace especial. Ningún sector se encuentra a salvo, ningún país resolverá su situación aisladamente sin contar con el resto, ningún ser de esteplaneta está ajeno a las consecuencias de esta crisis y no hay persona que no sufra directa o indirectamente sus efectos.
Las empresas sienten directamente la recesión en sus propias carnes:
Reducción sistemática de la actividad, sea en su cartera de pedidos, sea en la pérdida de clientes.
Las consecuencias directas en el marco de las relaciones laborales no se hacen esperar. Y no hayempresa que no se vea afectada.:
La mayor parte de las empresas se están enfrentando a la crisis con medidas más o menos similares, empezando por aquellas de trazo más grueso y de resolución menos comprometida como son la reducción sistemática y no renovación de los contratos de eventualidad y la rescisión de los contratos a empresas prestatarias de servicios.
A continuación se desencadenan unaserie de medidas que requerirán ser tomadas buscando la implicación de administraciones y representantes de los trabajadores: ERES, Prejubilaciones, despidos personales pactados, etc.
El último tipo de medidas antes de que la imposiblidad de mantener en rentabilidad la empresa lleve a su cierre, estarían las de carácter negociador con los propios trabajadores: cambios organizativos internos,modificaciones de horarios y calendarios asociados a los picos de producción, movilidad geográfica, ocupacional y reubicaciones de puestos.
Las consecuencias de todo ello son:
Unas empresas más tensionadas con un incremento del absentismo por conflictividad laboral, una empresas más enflaquecidas en sus recursos y con menor capacidad de respuesta a la situación crítica en la que ya seencuentran.
Por otra parte nos encontramos con un panorama social deteriorado que dificulta y en su caso más extremo paraliza o hace casi imposible los intentos de recuperación que las empresas se plantean. Se incrementa la población en desempleo, se reduce el poder adquisitivo de los consumidores y con ello de la demanda, aumenta la desconfianza asentándose un pesimismo generalizado y se pierde lailusión y con ello se enquista un periodo de paralización que traslada la responsabilidad de la situación y de sus soluciones fuera de cada uno y colocándose en la posición de permanente sufridor.
Se escuchan expresiones como “que las crisis la paguen los que nos han metido en ella”, “Que los estados intervengan y nacionalicen”, “Que los gobiernos incrementen sus ayudas al desempleo”, dando ademostrar con ello que la salida a esta situación generalizada corresponde a una parte de la sociedad y la otra espera resignada las medidas salvadoras.
El debate está en la calle. Teóricos de la Economía, gurus de las finanzas, asesores de gobiernos, tertulianos, no se ponen de acuerdo en las medidas o soluciones a la crisis, solo se ponen de acuerdo en desconocer la duración y profundidad de estacrisis.
Ni las medidas liberalizadoras a ultranza, ni las medidas intervencionistas y nacionalizaciones del estado convencen a ninguno. Cualquier analista haciendo gala del lenguaje políticamente correcto apuesta por la cautela, y el eclecticismo económico: un poco de nacionalización, un poco de medidas flexibilizadoras, algo de prestaciones y ayudas al desempleo.
Las cooperativas no sonajenas a este crudo y duro panorama. La crisis nos golpea con el mismo rigor. Nos hace el mismo daño ¿Pero, afrontamos las cooperativas la crisis con las mismas herramientas que el resto de las empresas? ¿Aplicamos las mismas soluciones? ¿Sufrimos las mismas consecuencias? ¿Estamos los cooperativistas preparados y con músculo suficiente para resistir y aportar nuevas recetas a la situación...
1. CONTEXTO
La crisis es un hecho incuestionable. A diferencia de crisis anteriores, la globalización es un factor que la hace especial. Ningún sector se encuentra a salvo, ningún país resolverá su situación aisladamente sin contar con el resto, ningún ser de esteplaneta está ajeno a las consecuencias de esta crisis y no hay persona que no sufra directa o indirectamente sus efectos.
Las empresas sienten directamente la recesión en sus propias carnes:
Reducción sistemática de la actividad, sea en su cartera de pedidos, sea en la pérdida de clientes.
Las consecuencias directas en el marco de las relaciones laborales no se hacen esperar. Y no hayempresa que no se vea afectada.:
La mayor parte de las empresas se están enfrentando a la crisis con medidas más o menos similares, empezando por aquellas de trazo más grueso y de resolución menos comprometida como son la reducción sistemática y no renovación de los contratos de eventualidad y la rescisión de los contratos a empresas prestatarias de servicios.
A continuación se desencadenan unaserie de medidas que requerirán ser tomadas buscando la implicación de administraciones y representantes de los trabajadores: ERES, Prejubilaciones, despidos personales pactados, etc.
El último tipo de medidas antes de que la imposiblidad de mantener en rentabilidad la empresa lleve a su cierre, estarían las de carácter negociador con los propios trabajadores: cambios organizativos internos,modificaciones de horarios y calendarios asociados a los picos de producción, movilidad geográfica, ocupacional y reubicaciones de puestos.
Las consecuencias de todo ello son:
Unas empresas más tensionadas con un incremento del absentismo por conflictividad laboral, una empresas más enflaquecidas en sus recursos y con menor capacidad de respuesta a la situación crítica en la que ya seencuentran.
Por otra parte nos encontramos con un panorama social deteriorado que dificulta y en su caso más extremo paraliza o hace casi imposible los intentos de recuperación que las empresas se plantean. Se incrementa la población en desempleo, se reduce el poder adquisitivo de los consumidores y con ello de la demanda, aumenta la desconfianza asentándose un pesimismo generalizado y se pierde lailusión y con ello se enquista un periodo de paralización que traslada la responsabilidad de la situación y de sus soluciones fuera de cada uno y colocándose en la posición de permanente sufridor.
Se escuchan expresiones como “que las crisis la paguen los que nos han metido en ella”, “Que los estados intervengan y nacionalicen”, “Que los gobiernos incrementen sus ayudas al desempleo”, dando ademostrar con ello que la salida a esta situación generalizada corresponde a una parte de la sociedad y la otra espera resignada las medidas salvadoras.
El debate está en la calle. Teóricos de la Economía, gurus de las finanzas, asesores de gobiernos, tertulianos, no se ponen de acuerdo en las medidas o soluciones a la crisis, solo se ponen de acuerdo en desconocer la duración y profundidad de estacrisis.
Ni las medidas liberalizadoras a ultranza, ni las medidas intervencionistas y nacionalizaciones del estado convencen a ninguno. Cualquier analista haciendo gala del lenguaje políticamente correcto apuesta por la cautela, y el eclecticismo económico: un poco de nacionalización, un poco de medidas flexibilizadoras, algo de prestaciones y ayudas al desempleo.
Las cooperativas no sonajenas a este crudo y duro panorama. La crisis nos golpea con el mismo rigor. Nos hace el mismo daño ¿Pero, afrontamos las cooperativas la crisis con las mismas herramientas que el resto de las empresas? ¿Aplicamos las mismas soluciones? ¿Sufrimos las mismas consecuencias? ¿Estamos los cooperativistas preparados y con músculo suficiente para resistir y aportar nuevas recetas a la situación...
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