Como era la voz de marti?
¿Y su voz?
Sabemos que en Nueva York grabó Martí su palabra en un disco de cera.
Lamentablemente se ha dicho que ese disco se halla extraviado, o se ha perdido. Pudiendoescucharlo, ¿no llegaría a nuestros oídos una voz distorsionada, que de todas maneras habría de impedir nuestro conocimiento de las verdaderas inflexiones, sonoridades y cadencias de aquella voz?
¡Quéafortunado el poeta Luis G. Urbina! La voz fue lo primero que de Martí conoció. El mismo cuenta que cierto día del año 1885, llegó al taller del escultor Jesús F. Contreras en la Ciudad de México.Aunque había llovido no faltaba ninguno de los habituales. Pero, cosa extraña, los encontró “callados, inmóviles, atentísimos” a una voz. Escuchó primero muy extrañado una música de palabras. Pusoatención y pudo captar lo que parecía – y era- el final del discurso.
La voz provenía del centro del grupo y él no alcanzaba a ver a la persona que hablaba, pero aquella voz llenaba el recinto. Una voz debarítono atenorado, una linda voz, cálida y emotiva, que parecía salir del corazón sin pasar por los labios, y así entrar en nuestra alma, por milagro del sentimiento.
Las palabras que escuchaba leparecieron finas, nuevas, musicales, armónicamente dispuestas. El orador le era conocido. Su acento, ligeramente costeño, le resultaba un enigma. Costeño pensaba, porque el alma de los mexicanos dela costa atlántica es afín a la de los cubanos. Al finalizar, un aplauso unánime y el grito de entusiasmo desahogaron las emociones. Se abrió el grupo y vio entonces a un hombre pálido que veníahablando todavía, “como si el sonoro río del discurso se hubiese convertido en murmurador arroyuelo”.
No como Urbina, inesperadamente, sino de modo premeditado escuchó el puertorriqueño Roberto H. Todd– que fue después Secretario de la Sección de Puerto Rico en el Partido Revolucionario Cubano en Nueva York – la voz de Martí.
Su curiosidad por oírlo había nacido no de elogios a su arte como...
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