Como ligar a una desconocida
Tenía bien definida a su presa. La ha estado observando durante casi media hora.
La ceremonia del cortejo, trasladada al siglo XXI, ejecutada por un hombre cuyas dotes de observación, atencióny memoria son prodigiosas.
Están reunidas en grupo, formando una U invertida. Son cinco, todas jóvenes, con al menos dos rondas de copas cada una. Todas ellas visten trajes de fiesta, como corresponde a la noche de fin de año de 2012.
El hombre entró sin aminorar su andar dentro del medio círculo. Enarbolaba una sonrisa casual, mantenía las manos abiertas fuera de los bolsillos, lospulgares alejados del índice. Su mirada barrió de un rápido vistazo a las cinco mujeres, deteniéndose una fracción de segundo en sus ojos. Ellas se sorprendieron cuando él entró dentro de su corro, su conversación se detuvo y sus risas enmudecieron. La mujer a la que parecía dirigirse el hombre se tensó: no le conocía y su aproximación directa fue tomada como un intento agresivo, audaz. Las demás mujeresse preguntaban de qué conocería su amiga a este hombre. Giraron el cuello, fijaron su mirada en cada milímetro del cuerpo y porte del hombre.
Bien vestido, relajado, sonrisa despreocupada, no era guapo pero sí intrigante.
El hombre se sabía objeto de las miradas femeninas. Sabía que iba a ser escaneado totalmente. Y disfrutaba con ello.
Entró dentro del corro. En el último instante,varió la dirección de su caminar y buscó un diminuto hueco en la barra. Las mujeres se apartaron, dándole espacio. La U que formaban se invirtió, quedando atrapado entre ellas y la barra. Alguna se giró hacia los lados para comprobar que otras zonas de la barra estaban libres, confirmando que aquel hombre no había llegado a ellas por necesidad sino por otro motivo.
El hombre apoyó los codos en labarra. Las mujeres se apartaron aún más para proporcionarle más espacio, intentando mantener su propia zona de confort personal. El hombre buscó con la mirada al camarero. Estaba atendiendo a otros clientes. El hombre sabía que la media de tiempo en ser atendido no bajaba de los dos minutos. Lo sabía porque lo había calculado. También sabía que las mujeres estaban cronometrándolo mentalmente desdeque apoyó sus codos en la barra, dándoles la espalda. Los seres humanos adoran las comparaciones. En realidad no tienen otra forma de formarse una opinión sobre algo o alguien que compararlo con lo ya existente. La imaginación no crea nada nuevo, sólo modifica lo anterior.
El hombre se relajó. Buscó la mirada del camarero. El contacto visual es fundamental cuando tratas de captar la atención deotra persona. Y la diferencia entre captar y mantener es simple: imagínate que sólo existes tú y esa otra persona, nadie más, solo vosotros dos. El camarero estaba terminando de servir varias copas. Si levantaba la mirada tras la barra, docenas de ojos le pedirían atención, le conminarían a acercarse, a atender su pedido. Pero, entre todas esas miradas, una nueva destacó. No parpadeaba, aunque esono lo advirtió conscientemente. Las pupilas estaban dilatadas, las cejas alzadas, una sonrisa franca acompañaba la mirada. Tampoco fue consciente de esos detalles. Había otros clientes que esperaban tras la barra, ya los había visto antes. Pero este era irresistible. El camarero estaba cansado, casi agotado, y aún quedaba media noche por delante. Pero aquella mirada era hechizante, calmaba sutensión mental, le provocaba sosiego y paz. No se lo pensó dos veces (ni siquiera una vez porque todo ello ocurrió en su inconsciente) y se dirigió hacia el hombre.
El hombre habló con voz calmada. Sin estridencias aunque la música sonase atronadora. Un tono de voz ajustado, palabras directas. El camarero esperaba un pedido escueto, rápido. Y eso recibió. El hombre pagó cuando fue servido. No...
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