“Como quieren en Chile al amigo cuando es forastero” ¿Por qué la excepción a nuestros vecinos?

“Si vas para Chile” es un vals compuesto por Chito Faró en 1942, y una de las frases más recordadas de esta composición musical dice “Y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero”.Éste verso resalta la cordialidad de los chilenos ante los extranjeros e inmigrantes, pues es de conocimiento popular que nuestro pueblo trata bien a todo aquel que hable otro idioma y se muestreinteresado en conocer el país. ¿Pero no es esto una especie de ironía, un sarcasmo, considerando que no podemos siquiera mostrar respeto a los hombres y mujeres peruanos, bolivianos y argentinos? ¿Por qué elgrueso de la población muestra sonrisas a un europeo, pero es incapaz de mostrar ese mismo semblante amable a otro sudamericano? Sin contar el constante menosprecio a nuestros vecinoslatinoamericanos producto de una siempre presente “rivalidad”. ¿Es realmente necesario remarcar que cierto país, cierta cultura, es mejor que la otra a base de insultos?
Me atrevo a afirmar que esta es unatriste, lamentable, y absurda realidad con la que debemos lidiar día a día. La actitud por parte de muchos chilenos es tan hostil que roza la línea que separa el simple rechazo con la violencia. Hombres ymujeres. Jóvenes y adultos. Y un buen número de ellos juzgando y criticando en base a fundamentos tan vagos y superficiales como el color de la piel, el acento, el uso del lenguaje que tenemos encomún, e incluso la gastronomía o vestimenta.
Un claro ejemplo de lo que denominaré “xenofobia selectiva” es entrar a una red social como Facebook, o el popular sitio web YouTube. Basta con buscar unapublicación o un video que aborde de forma cómica algún suceso irrelevante ocurrido en Perú, Bolivia o Argentina para que, de forma inmediata, una lucha se desate; comentarios tan desagradables yofensivos como “peruanos ignorantes come-palomas”, “bolivianos negros y envidiosos”, “argentinos engreídos y narigones” comiencen a llover. Las razones por las que discutir y las razones para burlarse...