Como se crea un alux y para que sirve

Cuando un hombre ambicioso y trabajador llegaba a ser propietario de milpas y tierras que por sí solo ya no podía cuidar de codicias extrañas, recurría a algún afamado h’men (sacerdote maya) para pedirle que con su sapiencia y mágicos poderes creara y pusiera en su ayuda un alux.
Convenía con el h’men una buena paga en frutos de la tierra y en objetos valiosos, pues crear un alux era labordifícil y prolongada; labor de mucha ciencia, debidamente apoyada con ofrendas y rogativas a los seres ancianos que gobiernan la vida en la tierra, en el agua y en el aire.
 
LABOR DE SIETE SEMANAS
Así, el sacerdote brujo se entregaba a la ardua tarea de crear al Alux. Para ello preparaba cantidad suficiente de barro virgen, jujuy k’at, y juntaba numerosos ingredientes obtenidos de animales yvegetales.
Todos los días viernes, durante siete semanas, se encerraba en su casa y con el barro elaboraba, parte por parte, el cuerpo de un muñeco que no debía medir más de dos palmos de estatura, unos 40 centímetros.
El primer viernes formaba con el barro los pies y las piernas: mezclaba con el barro de de estas extremidades, en secretas y exactas porciones, sangre y patas molidas de tolok(lagartija), para que las pisadas fueran leves y silenciosas. En las piernas ponía carne de pernil de nohoch kehj, (gran venado) para hacerlas veloces e infatigables.
El segundo viernes modelaba el vientre, amasando el barro con agua de lluvia serenada nueve noches a la luz de las estrellas, para que careciera de deseos concupiscentes y ponía en él un poco de maíz tierno para que solo apeteciera alimentossencillos.
El tercer viernes elaboraba el tórax y ponía dentro un corazón de barro que saturaba con jugo de corazón de  tsutsuy (paloma) para que sintiera ternura y devoción por su dueño. También ponía jugo de corazón de bravo  ek-balam, (jaguar)  para que fuera feroz e implacable con los enemigos y que, al mismo tiempo, nunca pudieran anidar el miedo, la tristeza o la envidia.
El cuartoviernes ponía a la estatuilla los brazos y las manos, y en el barro revolvía sangre y carne de och kan (pitón)  y de tucha (mono) para dotarlos de fuerza y agilidad.
El quinto viernes trabajaba el h’men durante muchas horas, pues tenia que formar el cuello y la cabeza del alux, y era preciso que se esmerara en todo su saber y su arte, y que utilizara innumerables ingredientes.
Debía poner dentro delcráneo sustancias que transmitieran muchísimas cualidades y aptitudes, entre las que tenia que destacar gran ingenio e increíble astucia. Dentro de la garganta y la boca  ponía la voz de todos los animales de la selva, de manera que el alux pudiera imitarlos a todos, para así engañar y amedrentar a los extraños.
Particular interés ponía el h’men en la agudeza de los sentidos del alux. Mezclaba,con el barro de los ojos, fuertes dosis de pupilas de xoch (lechuza) para que pudiera ver los más mínimos detalles de la más oscura de las noches.
En las orejas destilaba jugos que hicieran oír el horadar de un gusano en el fondo de la tierra. Hacía tan fino el sentido del olfato que de así quererlo cualquier alux, por el puro olor, podía seguir la pista dejada en el suelo por las patas de unahormiga.
El sexto viernes, el sacerdote brujo cocía al muñeco de barro en un horno alimentado con leña de ya’axché (ceibo) y pich  (guanacastle), para que por medio del fuego transmitieran a la estatuilla larga duración y gran resistencia a las inclemencias del tiempo.
Llegado el séptimo viernes, el h’men vestía su traje sacerdotal y cargando en sus manos la estatuilla se encaminaba al templo, poníaal muñeco sobre un altar de piedra y lo rodeaba de ofrendas. Al templo acudía el futuro propietario del alux acompañado por sus familiares y por sus más allegados amigos.
 
TRAÍDA A LA VIDA
El sacerdote celebraba una ceremonia de complejísimo y delicado ritual, ceremonia que era conocida con el nombre de loh (encierro). Durante ésta se invocaba el poder de los dioses de los bosques, las...