COMO SE HACE UN PROCESO ADOLFO ALVARADO VELLOSO
Confieso que este curso minúsculo de lecciones me ha costado mucho trabajo. De ello
tuve conciencia desde el principio, al punto de que, si no me hubiese persuadido de la máxima
utilidad de la iniciativa que responde a la fórmula de Clase única, viejo y cansado como estoy, no
habría asumido el compromiso.
Las dificultades, que he tratado de superar y que no estoy del todo seguro dehaber
superado, dependen de la necesidad de una exposición excepcionalmente sintética y simple.
Síntesis en un doble sentido, por la amplitud del contenido y por la estrechez del
continente. Restringir a quince lecciones, cada una de las cuales debe durar aproximadamente un
cuarto de hora, el estudio de todo el proceso, comprendiendo sus dos formas elementales, la
penal y la civil, puede parecerempresa desesperada. Ya la exposición paralela de esas dos
formas presenta dificultades tan graves, que, en el campo científico, no se ha intentado todavía
seriamente; además de que por la extraordinaria brevedad del espacio dentro del cual ha de
contenerse, las lleva a la simplificación.
Si se considera, por otra parte, que una tal exposición tiene que adaptarse a un público
desprovisto pordefinición de toda preparación jurídica, surge una nueva dificultad que hace el
cometido casi imposible. No digo que más de una vez no haya sido esta mi impresión durante el
trabajo; pero, al final, y a pesar del riesgo, me he sentido contento de haberlo corrido.
Cierto es que si el librito cayera por casualidad ante los ojos de algún entendido, no podría
él menos que encontrar gran cantidad de defectos:lagunas, desarmonías, aproximaciones y hasta
inexactitudes; tanto el rigor como la perfección no podían menos que verse sacrificados por la
brevedad de la exposición, y más aún por su accesibilidad. Pero si es un verdadero entendido,
podrá, también, advertir que ciertas simplificaciones, ciertos esbozos, ciertas aproximaciones, me
han servido acaso, en último análisis, para profundizar y aclararmis propias ideas acerca del
proceso.
También esta vez, como siempre y más acaso que siempre, el esfuerzo por hacerme
comprender me ha servido para comprender.
I
EL DRAMA
No se excluye que la RAI (Radio Italiana), al, proponerme el tema de las lecciones de
derecho para la reanudación de la Clase única, se haya inspirado en un criterio que pudiéramos
llamar de actualidad. El interés del públicopor los procesos, ante todo penales, pero también
civiles, ha existido siempre; pero hoy, acaso, con los estímulos de la prensa y del rotograbado,
ese interés ha llegado al paroxismo. El palacio de justicia de Roma, en los días del proceso Muto,
estaba más concurrido acaso que el estadio el día del partido entre el Lacio y el Roma; y el
apasionamiento no era menor entre la muchedumbre. El procesocontra el joven Muto era un
proceso penal; pero recuerdo que cuando hace muchos años defendí ante la Corte de Apelación
de Florencia la famosa causa civil entre los esposos Bruneri y aquel que otra familia había
reconocido como el desaparecido capitán Canella, los accesos a la calle Cavour, en las
proximidades de la plaza de San Marcos, estaban interceptados, para contener el alud de gente
quequería asistir, por una compañía de soldados. ¿Por qué tanta curiosidad?
¿Queréis que respondamos crudamente? Pues, porque la gente está ávida de diversión. En uno
de mis coloquios de la tarde, a ratos perdidos, recuerdo que me detuve en el concepto de
diversión, que es una desviación del curso normal de nuestra vida, una especie de paréntesis que
el hombre introduce en ella, o cree introducir en ella,a su placer. En realidad, en el teatro, en el
cinematógrafo, en el estadío, en la Corte de Assises, se vive la vida de los demás y se olvida la
propia. ¿No es así? Pero para que pueda esto ocurrir, es necesario que la vida de los demás esté
comprometida en el drama, que es un rudo contraste de fuerzas, de intereses, de sentimientos y
de pasiones; entonces se produce una especie de evasión de...
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